Luisa Fernández cultiva en Bedriñana miles de hortalizas y verduras que con "corte al día" llegan a los mercados de Siero, Cangas de Onís y, cada miércoles, al de la Villa. "Luisina", como es más conocida, lleva más de 30 años cosechando de forma tradicional en su güerta del "Gorgollu". "Cosecho natural, sin utilizar fertilizantes ni herbicidas, con mucha paciencia y trabajo, como toda la vida", afirma Fernández, que cultiva en Bedriñana lombarda, brócoli, repollos, espinacas, acelgas, cebollu, lechugas, escarola, coliflor o el cálen tan de moda. Pero también sus ricas huertas producen tomates, patatas, toda clase de pimientos, calabacines, cebollas, pepinos, berenjenas, guisantes, fabes y fruta variada. "De todo un poco, y productos de temporada", afirma orgullosa de sus productos, con "sello de Bedriñana".
"A mí este es un oficio que me gusta, lo aprendí de mis padres, Manolo Fernández y María Luisa Solares, que se dedicaron toda la vida al campo y a estas huertas. De ellos también aprendí que es un trabajo muy sacrificado, hay que dedicarle tiempo, cariño, paciencia y muchas horas diarias, mañana y tarde, sin día de descanso".
La otra parte del trabajo es ofrecer sus productos en los mercados: "En el de Siero se vende bien todo el año, es de los mejores. Al de Cangas voy en temporada de primavera, y en el de Villaviciosa se vende muy bien en verano, pero el resto del año menos", explica la cosechera, que lamenta que cada vez acuda menos gente a los mercados, aunque tiene esperanza: "Ahora está volviendo la moda de comer sano".
