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Las sierenses cogen el bastón de mando

La polesa Blanca Somonte, pionera en la política local, fue una de - las cuatro primeras concejalas de España después de la Guerra Civil

A la derecha, Blanca Somonte, en Güevos Pintos, sobre los años 40 o 50. R.M.M./FOTO CEDIDA POR CONCHITA SOMONTE

La polesa Blanca Somonte fue la primera mujer concejala en el Ayuntamiento de Siero. Tuvo responsabilidades de gobierno y ejerció como tal durante tres años. Presidió la Sección Femenina local y ya antes de la Guerra Civil estuvo metida en política.

Así lo recoge el arqueólogo, y bibliotecario de la Fundación Municipal de Cultura de Siero, Fructuoso Díaz, en un libro al que da las últimas pinceladas sobre las concejalas de Siero en la época democrática. La intención es "resaltar el trabajo de la mujer en la política local desde un contexto histórico y la actualidad política", destaca. De los 250 ediles que han formado las corporaciones municipales en estos últimos 40 años (1979-2019), 42 fueron féminas.

Desde, aproximadamente, 1830 y hasta 1983 sólo hubo una mujer. Era Blanca Somonte Nosti, que ejerció como concejala en los años 50 del pasado siglo, en plena dictadura. "Fue activa, no fue un florero. Tenía responsabilidad y capacidades de trabajo. Es un personaje muy interesante", destaca Díaz. Fue pionera y un referente porque desde la contienda civil hasta los años 60, en España sólo hubo cuatro concejalas -las cuatro asturianas-, y una de ellas era Blanca Somonte.

Estaba soltera, era ama de casa y tenía estudios elementales, pero pertenecía a la burguesía polesa. Su padre era comerciante y fueron ocho o nueve hermanas. Algunas de sus iniciativas fueron el hórreo que se instala en la plaza del Ayuntamiento el día de Güevos Pintos y la disposición del mercado de esa fiesta tal y como se sigue conociendo.

Pero desde 1979 a 1983 no hay presencia femenina en la coporación de Siero, explica Fructuoso Díaz. Hay que esperar a esa fecha para encontrarla. El autor del libro establece dos etapas. La primera, antes de 1995, cuando la participación de las mujeres en la vida municipal es testimonial, y la segunda, desde ese año, cuando empiezan a implicarse más y asumir responsabilidades ejecutivas. La primera vez que las tuvieron fue en el gobierno de José Aurelio Álvarez, el primero de derechas en democracia. Pero la presencia de féminas en el Pleno no se asentó hasta el siglo XXI, como ocurre con las políticas de igualdad. De hecho, la paridad en las listas lectorales no llegó hasta 2007, recuerda Fructuoso Díaz.

Otra cuestión "interesante es ver que ellos permanecen en más mandatos que ellas", destaca, pues sólo una, Jesusa Suárez, logró mantenerse durante cuatro. "Sus vidas les permiten a ellos estar más tiempo en política que a ellas", razona, a lo que añade que "la participación en política es un campo en el que hay mucho que trabajar aún".

El perfil que más se repite entre las ediles de Siero es el de una mujer joven, nacida entre los años 60 y, sobre todo, 70, urbana, con estudios universitarios, de clase media, casada o divorciada, con hijos y con profesión. Más que la tradición familiar, las empuja a la política el movimiento asociativo, que es del que surgen.

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