Alegre, extrovertida, coqueta, trabajadora y leal. Así describían ayer sus allegados a la procuradora Ana Álvarez Díaz, concejala del PP de Pravia y su presidenta hasta el pasado verano, que fue despedida en la colegiata tras su fallecimiento el pasado miércoles debido a una dura enfermedad que se la llevó en tres meses con 56 años. La muerte de Ana Pire, como era conocida por el apellido de su marido, Javier Álvarez-Pire, deja un hondo pesar y un recuerdo imborrable.
"Recordaré siempre a Ana en su plenitud, es un día muy duro porque era una gran amiga desde hace treinta años, compañera de profesión y de fatigas políticas, lo único que consuela ahora es que descansa tranquila", señaló Carlos Guerrero, exalcalde de Pravia. Amigos y familiares arroparon a su marido e hijas, Teresa y Candela, a los que recibieron con mucho cariño y les mostraron su apoyo en estos momentos.
Y es que Álvarez era una persona muy querida en Pravia y resto de la comarca pese a ser natural de Trubia (Oviedo). Por eso la colegiata estuvo llena de amigos y vecinos en su despedida, incluidos compañeros de la Corporación local como el alcalde, el socialista David Álvarez. Como dijo el párroco, Miguel Ángel García, son momentos en los que las ideologías quedan al margen. El sacerdote destacó el gran cariño de Pravia a Álvarez, que advirtió en las decenas de mensajes que los vecinos han difundido.
"Siento una tristeza enorme, tengo muy buenos recuerdos de ella, súper amable y cariñosa", comentó el diputado regional del PP Matías Feito. Además, sus compañeros de partido destacaron su lealtad en tiempos muy complicados, como la crisis con URAS en 1999 o la irrupción de Foro. "Siempre estuvo en el mismo sitio, con entrega y trabajo, y llevó el PP praviano con mano firme", detalló el exdirigente popular praviano Emilio Pérez Cueva.
