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Basagoiti, beca "Antón", expone en Candás su obra, "representación del deseo"

"A la gente le está gustando mucho", destaca el artista sobre la colección, con dos grandes piezas, fotos, audiovisuales y una sala de inmersión

El artista, posando para LA NUEVA ESPAÑA en la sala de purpurina, una propuesta de inmersión artística. A. F. V.

"Una representación física del deseo. Del deseo como motor de la acción. De absolutamente todo". Así define el artista Guillermo Basagoiti Brown su proyecto "En expansión", gracias al que obtuvo la beca "Antón" en 2018 y que ha dado lugar a una exposición que desde el jueves está abierta en el museo de Candás.

La propuesta de Basagoiti es una viaje hacia el deseo. Un trayecto de fuera hacia adentro que comienza por el exterior, por la piel, representada de forma aséptica por enormes neumáticos de tractor de caucho negro.

"Tengo una especial atracción a los neumáticos. Al caucho. Es algo que no sé de dónde me viene, pero que me llama mucho desde siempre", explica el artista. Así, la exposición comienza con dos vídeos. Uno en el que se ve cómo un enorme neumático se expande y se contrae, como un pulmón, al ritmo del sonido de la respiración del artista; y otro en el que la misma goma se llena de aire hasta que explota, lanzando desde su interior purpurina rosa.

Esa brillantina es, precisamente, el deseo del que tanto habla Basagoiti. Color y brillantez que brotan del interior del sujeto. "Jamás hubiese pensado que la utilizaría, pero funciona muy bien", reconoce Basagoiti, entre una de los dos montajes de la muestra hechos a base de neumáticos.

"Me gusta mucho el hecho de que se entrelacen sólo con el aire, sin cuerdas ni pegamentos", explica el autor, sobre las piezas, pensadas también para que el espectador pueda tocarlas o interaccionar con ellas. Ambas estructuras, complementadas con los restos enmarcados de uno de los neumáticos explotados, tres fotografías que juegan "con el concepto de vacío" y un cubo lleno de purpurina llevan al último de los montajes: una enorme caja de purpurina rosa pensada para que el espectador se adentre en ella.

"A la gente le está gustando mucho. Hay quien dice que le parece una experiencia uterina, gente que ha dicho que le dan ganas de gritar...", explica Basagoiti sobre su singular representación del deseo.

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