Los vecinos de Celles insisten en que la Dirección General de Patrimonio de Asturias debe tomar cartas en el asunto para recuperar el palacio de Celles. La presidenta de la asociación de vecinos "San Juan Bautista", Carmen Blanco, celebró que el Ayuntamiento de Siero tomase la decisión de acudir a los tribunales para exigir al Principado que actúe y evite el deterioro irreversible del inmueble, pero sostuvo que es necesario actuar cuanto antes al margen de las decisiones judiciales.
"Es bueno que tengamos este apoyo tan grande por parte del Ayuntamiento de Siero; desde hace cuatro años tuvieron varias reuniones con Patrimonio y actuaron en consecuencia para la mejora del bien, pero, de momento, no hay ninguna repercusión".
Blanco cree que la medida es buena y espera que, sumada al juicio que hay abierto en el Tribunal Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) entre la dueña del palacio y el Principado "se acabe de decidir de una vez que el bien mejore".
No obstante, la portavoz vecinal sostiene que ya no cabe pedirle a la dueña del edificio que sea ella quien presente el proyecto, después de haberlo hecho y recibir su negativa: "Una vez que el edificio se ha declarado bien de interés cultural (BIC), es la Dirección de Patrimonio la que tiene que marcar pauta y hacer el proyecto por ejecución subsidiaria". El hecho de que se haya declarado BIC en la categoría de monumento histórico debería ser determinante, a su juicio.
"Venimos preguntándonos desde el año 2007 cuál es el objeto de declarar bien de interés cultural este palacio, y no sabemos cuál es la respuesta", sostiene. Porque la declaración, a priori, "debería ser para proteger el bien, pero, desde el año 2003 en el que se declaró, en ningún momento se ha realizado ninguna actuación sobre el palacio, salvo engordar el expediente con papeles y papeles".
Unos documentos hechos por los mismos funcionarios de Patrimonio que dicen "que hay que actuar ya sobre el palacio porque, si no, va a haber cosas que no se van a recuperar. La fachada está en peligro porque ya entra el agua, y cada vez que empieza el invierno me tiemblan las piernas porque no sé si se caerá", asegura.
