Villaviciosa acogió ayer el sexto Gran Capítulo de la Cofradía de Amigos de Les Fabes de Asturias y el acto se convirtió en todo un alegato a favor del producto y los controles de calidad y de origen que proporciona la Indicación Geográfica Protegida (IGP). La presidenta del Club de Guisanderas de Asturias, distinguido este año como "Embajador de les fabes", Amada Álvarez, señaló que "la faba es como el rubí o el diamante del guiso; sin esa faba sin piel, totalmente carnosa, sin romper, no sería posible cocinarlas bien". Y todo pasa por defender la calidad. Animó a a buscar la faba con IGP porque es "la única manera de que esta cadena que va del productor al consumidor con los cocineros por el medio no se rompa por ningún sitio".

La Cofradía presidida por Ramón distinguió con la Faba de Oro, precisamente, al Consejo Regulador de la IGP por su defensa de la faba asturiana del intrusismo y por su labor de garante de la calidad, que recogió su presidente, Juan José Menéndez.

Además, la presidenta de la Sociedad Humanitaria San Martín de Moreda, Esperanza Fueyo, recibió en nombre del colectivo el Premio al Mérito Gastronómico que se le concedió por su labor humanitaria.

Finalmente, la Cofradía nombró Cofrade de Honor 2019 a la Brigada Central de Salvamento Minero de Asturias "tras más de un siglo ejerciendo un papel fundamental en cualquier accidente minero". El encargado de recibir el honor fue José Antonio Huerta.