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Candás dedica una plaza a Les Candases, las ocho asesinadas durante la Guerra Civil

La plaza de Bocata llevará el nombre de las mujeres que murieron en Cabo Peñas Estamos muy orgullosos", celebran los descendientes

Homenaje el pasado año a Les Candases en Carreño. P. P.

Les Candases tendrán su plaza en Candás. El Ayuntamiento ha iniciado el expediente para rendirles un homenaje en el callejero. Finalmente, tal y como pretendían las familias de las ocho mujeres asesinadas en el Cabo Peñas en 1937, en plena Guerra Civil, el lugar elegido es la plaza de Bocata, en Valdés Pumarino, que hasta ahora no tenía nombre oficial.

El inicio del expedientes para darles un plaza es para las familias de Les Candases el principio del fin de un proceso que iniciaron el pasado septiembre y que, 1.059 apoyos y una votación plenaria después, cada vez está más cerca de materializarse.

"Estamos muy orgullosos y contentos con el paso que ha dado el Ayuntamiento", afirma Sonia Santoveña, bisnieta de María "La Papona", una de Les Candases, sobre el inicio del expediente para recordar a las mujeres asesinadas en el Cabo Peñas.

Las familias de las ocho víctimas afirman que durante este periodo de recogida de firmas y apoyos se han sentido muy respaldados por vecinos y asociaciones del concejo. "También especialmente por Carlos López, de Somos, y la alcaldesa, la socialista Amelia Fernández", resalta Santoveña, sobre los líderes de dos partidos que, junto a Izquierda Unida, dieron luz verde a la iniciativa.

Además, los descendientes de Les Candases también puntualizan que esta calle que llevará el nombre con el que popularmente se ha conocido a sus antepasadas, también pretende homenajear "a todas las mujeres que tuvieron que luchar, pelear y trabajar durante la Guerra y la Dictadura".

En el plano personal, aseguran que este reconocimiento, que se suma a un monolito en su honor en el bosque de San Antonio inaugurado en octubre del año pasado, también ayuda a aliviar las penas de las familias.

"Mi abuela vivió toda la vida con la tristeza de no saber dónde estaba su madre, a la que perdió siendo una cría. Esto es, en parte, un reconocimiento", recuerda Santoveña, sobre la traumática situación le tocó vivir a su abuela Carmen: "Vio cómo se llevaban a su madre, que le dijo: 'Espérame aquí que vuelvo ahora'. No supo nunca nada más".

La redacción del expediente que dará nombre a la plaza Bocata, bautizada así de forma popular por el nombre de un establecimiento, recaerá sobre la edil de Somos Raquel Prendes. Se espera que el proceso pueda culminarse a comienzos de verano.

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