Por fin parece que La Azucarera sale adelante tras los problemas de ejecución de la obra y la revocación parcial de parte de la subvención autonómica recibida para su rehabilitación. El Principado de Asturias tiene luz verde para trasladar los Juzgados de Pravia al emblemático edificio, que data de 1900. Sólo falta que el Consejo de Gobierno apruebe la cesión en propiedad de unos 1.200 metros cuadrados de superficie en el interior del edificio, así como una zona de aparcamiento.
Un trámite que fue respaldado por unanimidad en el Pleno con los votos favorables del PSOE, PP, Foro e IU. Ahora, el concejo tratará de rematar la obra para atraer empresas tecnológicas al espacio. "Hemos hablado con varias empresas del sector tecnológico y visitamos La Curtidora de Avilés, que será nuestro modelo a seguir para atraer empresas y fijar población con el aprovechamiento de esta infraestructura", señala el alcalde, David Álvarez, que, como bien indica, es el proyecto del PSOE para La Azucarera, pero todo dependerá de los resultados electorales de los comicios municipales del próximo mes de mayo.
Así las cosas, el Principado podrá iniciar las inversiones necesarias para adecuar el espacio una vez que sea aprobada la cesión. Los Juzgados contarán con dos plantas, una baja, con 614 metros cuadrados, y una planta primera, con 651 metros cuadrados. Asimismo, la Autonomía ha solicitado al Ayuntamiento disponer de una zona propia de aparcamiento.
Para ceder el espacio para los Juzgados, el Ayuntamiento realizó una división horizontal de La Azucarera, es decir, escrituró los 1.200 metros cuadrados cedidos al Principado a su nombre. Otra de las condiciones del Gobierno autonómico era recibir el espacio libre de cargas catastrales y registrales. Los propietarios del inmueble habían marcado como carga que el acuerdo se podía revocar si no se aprobaba el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), si bien, al estar ya en vigor, no ha lugar la carga.
En cuanto sea aprobada la cesión por el Consejo de Gobierno, podrán realizar la adecuación del espacio y el traslado de los Juzgados, saturados y con muy poco espacio en la actualidad. La Azucarera comienza a dar tragos dulces tras años de amargor.
