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La buena oratoria, de lo más natural en la Villa

Los estudiantes del Instituto ganadores de un premio de debate aconsejan originalidad y no les gustan las formas políticas actuales

Ramón García, Pelayo del Valle, Sara Nosti, Javier Rey, Alberto Vega y Jaime Loredo, ayer, con el trofeo de la Liga de debate escolar. MARIOLA MENÉNDEZ

Los chavales del instituto Víctor García de la Concha bordan la oratoria, aunque ninguno, de momento, se plantea subirse al estrado ni dedicarse a la política. Está demasiado denostada para ellos. Sus argumentos son convincentes y así lo acaban de demostrar al ganar, en la categoría de tercero y cuarto de la ESO, la Liga de Debate Escolar de Asturias.

Alberto Vega, Jaime Loredo, Ramón García, Pelayo del Valle, Sara Nosti y Javier Rey son seis chavales de entre 15 y 16 años que no tienen miedo a hablar en público. Cada uno da su clave para triunfar en el debate y lo resumen recomendando naturalidad, llamar la atención con algo, saber improvisar, tener tranquilidad, entender el tema del que se habla y confiar en lo que se dice. Pero a pesar de estos consejos creen que tener facilidad para la oratoria es algo innato, aunque han descubierto que preparar un buen discurso exige un gran trabajo que no siempre se ve y se reconoce.

En la final de la Liga de debate escolar, que se celebró esta semana en la Junta General del Principado, tuvieron que defender posturas a favor y en contra de si prohibir la publicidad de las apuestas on-line evitaría la adicción de los jóvenes al juego. Por eso, para salir airoso en ambos casos hay que "tener claras las dos posturas y argumentos", apunta Pelayo del Valle. También es importante que estos últimos tengan una "buena estructura", agrega. Para Jaime Loredo es relevante "la manera en la que lo dices, enfatizando alguna palabra y haciendo pausas". Recomienda poner ejemplos que no sean recurrentes. Ellos huyeron de establecer una comparación con la ley seca del alcohol, a la que sí recurrieron otros compañeros. "Hay que llamar la atención, decir algo que impacte...", agrega Ramón García. Sara Nosti ve fundamental "ir a la raíz del problema, hacer pausas, una buena entonación y, sobre todo, naturalidad, sin gestos forzados y que se vea que es tuyo". También es esencial "entender bien el tema", matiza Javier Rey.

A pesar de haberse desenvuelto con soltura en el atril de la Junta General no se sienten atraídos por la política. Sólo Pelayo del Valle lo ve posible "en un futuro, cuando sea viejo". A Alberto Vega le suelen decir que tiene madera, el problema es que no le gustan los derroteros actuales, "ni los políticos ni lo que defienden". En eso coinciden todos. "Falta una figura que defienda la verdad y sus ideas", esgrime Jaime Loredo; Sara Nosti cree que "hay poca honradez, ves que no se identifican con lo que defienden".

Se sienten decepcionados porque sostienen que "la labor de los políticos debería ser buscar lo mejor para el votante, y no es así. No nos identificamos con esta política". Jaime Loredo se plantea que, "si los demás proyectos vitales fallan", igual se lo piensa.

Con esta experiencia han mejorado su expresión, pero también han aprendido a tener más capacidad de pensamiento crítico. Sara quiere estudiar Medicina; Pelayo, Derecho y, Jaime, Ingeniería informática. Javier no lo tiene claro; Ramón tampoco, aunque él siempre barajó profesor, y a Alberto le gusta Psicología, pero también Derecho y Sociología.

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