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El debate sobre la ubicación de la fiesta divide a los vecinos de La Fresneda

La mayoría de los residentes no se muestran molestos por las celebraciones, aunque algunos se quejan del ruido y de las restricciones de tráfico

El debate sobre la ubicación de la fiesta divide a los vecinos de La Fresneda

El debate está servido en La Fresneda a cuenta de la ubicación de sus fiestas patronales, que ya tienen a la vuelta de la esquina, del 12 al 16 de junio. Aunque, en la calle, la mayoría de los vecinos no se sienten perjudicados por las molestias del ruido y la reordenación del tráfico que implica el emplazamiento de los festejos en la avenida principal, otros no lo ven con tan buenos ojos.

Estos últimos se quejan, sobre todo, porque el alto volumen de la música les interrumpe el descanso o la concentración, en el caso de los estudiantes que en esas fechas están hincando los codos para los exámenes finales.

Julieta Rodríguez es residente en La Fresneda y argumenta que entiende que "las fiestas son tres días", por lo que ella no se siente perjudicada. "No me molestaban ni cuando las tenía debajo de casa", agrega. Para ella es la avenida principal la ubicación que más le gusta y no le convence que trasladen los festejos a la parcela municipal donde tenían previsto ubicar el punto limpio. En su opinión, las fiestas están bien donde están.

Su amiga Mani Saavedra, a quien saludaba ayer por la mañana al encontrársela, precisamente en la avenida principal de La Fresneda, se pronuncia en la misma línea: "A mí tampoco me molestan las fiestas aquí, sólo son unos días".

Participa del debate otro vecino de la localidad, José Manuel Fernández. "No me molestan porque vivo al otro lado, pero comprendo a los que residen aquí", indica. Considera que "el problema está en buscar otro lugar" porque está claro que va a ser difícil contentar a todo el mundo. Tampoco ve con buenos ojos que el nuevo emplazamiento sea en la parcela municipal de entrada a La Fresneda. "Allí se monta un barrizal", argumenta, por lo que no le parece buena idea, especialmente porque en las fiestas del Corpus Christi suele llover, esgrime.

Rafael Prieto comenta, tras el mostrador de un estanco en la avenida principal, que tampoco se siente afectado por los inconvenientes que pueda acarrear la celebración de los festejos. Vive hace poco en esta zona. "Particularmente no me molestan", insiste este vecino de la localidad sierense.

Más tajante es Camino Rehberger: "Molestan muchísimo porque están continuamente con ruido, no tienen horario para la música". Además, apunta que coincide con el final del curso y los exámenes de junio, por lo que afectan no sólo al descanso, también a la concentración de los estudiantes. "Es tremendo", insiste. Tampoco le gusta que las barracas estén junto a la iglesia y coincidan con la procesión del Corpus. Considera que es mejor opción trasladar los festejos a la parcela municipal.

Julio Mosacula sostiene que "un poco sí molestan", sobre todo, por la noche, por el ruido, pero les perjudican aún más los cortes de circulación por la vía principal de La Fresneda, donde se celebran desde hace cinco años. Antes, su ubicación era la plaza, donde también había quejas. El cambio fue por los mismos motivos que ahora.

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