La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Así es mi oficio | Siero y Noreña

Vida como escritura, escritura como vida

Leticia Sierra, que dejó el periodismo cuando fue madre, regresa a las letras con "Animal", una novela negra ambientada en la Pola y Noreña

Leticia Sierra MANUEL NOVAL MORO

La polesa Leticia Sierra, afincada en Noreña desde hace 15 años, ha sido desde niña una lectora empedernida. Asegura que leía mucho y muy rápido, hasta el punto de que tenía despistada a la gente de la biblioteca. Llegó un momento en el que no la dejaron sacar más libros porque creyeron que lo hacía por cualquier razón menos la de leérselos. Esta sospecha venía del hecho de que sacaba un libro un lunes y el martes ya lo devolvía, sacaba otro y lo devolvía el miércoles. Ella se los leía, pero en la biblioteca no acababan de creérselo. Esta vocación lectora la ha acompañado siempre. Y también la de escribir.

Porque de niña escribía sus propios cuentos, los ilustraba y los encuadernaba a su modo. Pero pronto la escritura fue para ella por otros derroteros. Comenzó a estudiar periodismo e inmediatamente se sintió enganchada por la profesión. Estudiaba en Salamanca y desde su primer año de carrera comenzó a colaborar con periódicos, asturianos y de Salamanca, y también con emisoras de radio.

El periodismo copó su escritura durante muchos años, y trabajó con gusto en la profesión hasta que, en el año 1999, fue madre y lo dejó. Trabajó en una empresa familiar hasta que cerró en 2012, pasó dos años muy duros de paro y en 2014 comenzó a trabajar en una faceta que nada tenía que ver con lo que había hecho hasta entonces: prevención de riesgos, donde sigue hoy.

Pero el veneno de las letras seguía dentro de ella, y no tardó en volver a ponerse en marcha. Esta vez decidió lanzarse a la narrativa y se volcó con la novela negra, un género con el que se siente a gusto leyendo y, también, escribiendo y bajo cuyo sello ha aparecido su primera historia, "Animal". Su ascendente es toda una lista de autores que le encantan, empezando por la mayoría de novelistas nórdicos y continuando con nombres como Lorenzo Silva, Robin Cook, Mary Higgins Clark y P.D. James.

Leticia Sierra asegura que es muy constante, que cuando llega de trabajar se sienta a escribir cerca de tres horas diarias, y se plantea plazos para tener acabado su trabajo. "Animal" estuvo terminada en octubre del año pasado, y ha salido a la luz recientemente.

Está ambientada en dos localidades muy familiares para ella: Noreña, donde ocurre el crimen, y la Pola, donde vive la protagonista, la periodista Olivia Marassa, que podría considerarse un alter ego suyo: "yo no soy tan estupenda ni tan guapa como ella, pero sí igual de aguililla, pesada y cansina".

Por cierto pudor no puso los nombres de las localidades tal cual en la novela, sino que a la Pola la llamó Loira, y a Noreña, Sandillas, y eso es algo de lo que se ha terminado por arrepentir. Porque el paisaje es perfectamente identificable: aparecen El Viejo Almacén y el polígono de La Barreda de Noreña, y el Copahue y el parque Alfonso X el Sabio de la Pola.

El hecho de que la protagonista de la novela sea una periodista no es casualidad. Como muchos autores, Leticia Sierra dice que escribe de lo que conoce, y la profesión de periodista ha sido su oficio durante muchos años. Ahora lo vive desde el lado de la ficción con libertad, pero no se resiste del todo a abandonar ese instinto. Confiesa que, a veces, cuando se encuentra algo destacable, se acerca, toma fotos y recaba información por si podría serle útil a algún excompañero.

Compartir el artículo

stats