Es una joya arquitectónica y uno de los edificios más emblemáticos de Pravia. El palacio de Moutas, fundado en el siglo XVIII por Fernando Ignacio Arango de Queipo, está viviendo una reforma en su interior para ser adecuado como espacio de celebración de eventos, con especial atención a las bodas. Un lugar cuyos cimientos fueron posibles gracias a la fortuna del noble praviano en América, en concreto en las minas del Potosí del antiguo Virreinato de Perú, actual Bolivia.
"Estamos haciendo una transformación del espacio para adecuarlo a las necesidades de un evento, queremos que sea un sitio sobresaliente", comenta el cocinero Javier Loya, dueño del grupo De Loya Gastronomía, que ha adquirido el inmueble. Así es que la primera actuación se ha centrado en el jardín del palacio, con 1.200 metros cuadros. Los operarios han nivelado el terreno, han puesto un nuevo césped y han creado un espacio de terraza. Ahora sólo falta mobiliario en forja en un taller artesano de Sevilla para rematar el espacio.
Y también están actuando en el interior, bajo las limitaciones preceptivas de Patrimonio, pues el palacio está protegido y es obligatorio mantener su estructura. Así es que en el patio han retirado los tapices que decoraban las paredes, para generar un espacio más diáfano, y han instalado nuevo mobiliario y menaje en las mesas. Además, han contratado la actuación de un paisajista que ha vegetado el espacio, dando un ambiente muy natural al palacio, así como han cambiado el sistema de iluminación.
También están trabajando en la mejora de la cocina, donde están llevando a cabo una intervención integral. En cuanto a la planta de arriba, están reformando una habitación para que las parejas de las bodas puedan tener un espacio privado. Lo que no han tocado son los salones del palacio, que se quedarán como están gracias a la generosidad de los antiguos propietarios, con los que han llegado a un acuerdo para mantener en el interior el mobiliario o obras artísticas. "Mantenemos una estrecha relación con la familia para trabajar en conjunto y mantener la esencia del palacio, con las obras y muebles de la época, que es lo más difícil de ver en un palacio de estas características porque están casi todos totalmente cambiados", comenta Loya.
De hecho, en el salón principal, donde cuelga un cuadro con el fundador del palacio y otros con sus sucesores, tienen pensando poder emplearlo también como sala de ceremonias o para el tradicional cóctel previo a los banquetes de boda. Si bien, otros espacios como la habitación del Obispo o la sala de pianos permanecerán cerradas pero visibles para evitar su deterioro. Otro de los espacios relevantes de la planta alta es el comedor, reformado en el siglo XIX con un aire británico, con todas las paredes forradas con madera.
"Me ilusiona muchísimo el proyecto, creo que la ubicación de Pravia es excelente y un atractivo para muchas zonas de Asturias, así como para clientes de fuera por la cercanía con el aeropuerto y de la playa o sitios como Cudillero; de hecho, este año tenemos dos bodas de Alemania", comenta. La apertura del palacio como sede de eventos refuerza la oferta hostelera del concejo. Para ello, han llegado a un acuerdo con los hoteles del concejo para derivar invitados de las celebraciones a los alojamientos. "Queremos generar riqueza, Pravia tiene encanto y es un sitio especial, creemos que puede funcionar el proyecto", concluye.
