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Candás, paraíso del Seat 600

Más de 90 aficionados de toda España disfrutan del concejo a bordo de su clásico: "Es un mito"

Miguel Álvarez, Yolanda Granado, José Manuel Valdés, Montse López, Mario Suárez y Vicente Blanco en la concentración. S. ARIAS

Algo tiene el Seat 600 que décadas después de su desaparición del mercado aún sigue rodando por las carreteras de España y con cientos de seguidores. Muchos de ellos, un total de 92, se dieron cita en Candás en una concentración de fin de semana que organizó la asociación "Amigos de los Seat 600 y de los coches clásicos de Asturias" en la que dieron muestra de la diversidad del vehículo español, con descapotables, cuatro puertas y un Abarth de competición.

"Es una réplica de los de carreras, y aparte de que la carrocería es distinta, tiene poco en común con el resto porque tiene diferente suspensión, frenos y motor, que tiene el triple de potencia", señala Alberto Lerchundi, propietario del 600 Abarth con el que ha sido campeón de España de rally de coches clásicos. Y si el coche de competición es distinto, también cada 600 tiene su peculiaridad.

"Lo llevamos con el equipo como si nos fuésemos a Benidorm", comenta Pilar Romero, de Guadalajara, sobre su coche preparado como en la década de los sesenta. Un coche retro al cien por ciento. También destaca el 600 descapotable de Pedro Fernández Coro, de Cantabria. Un precioso vehículo con techo abierto que rehabilitó hace dos años. "Me ayudó mi nieta Mireia, que escogió el color y lo hice todo a capricho de ella", confiesa. Un 600 color menta que llamaba la atención en la concentración. "Se disfruta mucho de arreglarlo en el tiempo libre", añade Fernández.

Los aficionados al Seat 600 disfrutaron por la mañana de una visita al obrador artesanal de marañuelas "San Félix" y al museo de la Conservera. Tras la concentración en el parque, disfrutaron de una comida y el regreso a casa. "Llegar llega, por supuesto", confía José Manuel Valdés, del País Vasco. Un amante de los coches 600 que tiene la clave del motivo por el que el mítico coche sigue generando afición: "Quien más y quien menos tiene una experiencia con un 600 porque o lo tuvieron los padres o algún conocido".

Y eso que no era muy fácil acceder a un coche en la época. "Era difícil tener uno, y fue mi primer coche, es un mito", añade Lerchundi, dueño de 16 Seiscientos, algunos de ellos prototipos de la época. Los motores clásicos rugen con alegría en la villa.

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