"Aquí fue donde me vine a comprar mi primera bicicleta de carretera. Era de segunda mano y parecía más un martillo que una bici". Lo cuenta Faustino Fernández Ovies en una esquina del Llagar de Quelo, en Tiñana. Más de un centenar de personas llenan el lugar para homenajearle. Son amigos, familiares y antiguos compañeros. Pero Ovies "es un hombre tímido y reservado, aunque era un fuera de serie", como cuentan los otros ciclistas. Por lo que, a pesar de estar encantado "por tanto cariño", prefiere compartir confidencias de manera individual.

"Hay mucha gente a la que nunca le he dicho que fui ciclista. No es algo de lo que necesite hablar", reconoce. Precisamente, su humildad fue uno de los valores que sus antiguos compañeros más destacaban: "Con lo bueno que era se daba poco bombo", explica el también exciclista Jesús Suárez Cueva, que compartió "habitación con él en un Tour de Francia".

De su quinta también es José Enrique Cima, que se queda con los grandes hitos de Ovies: "Era un escalador excepcional. Lo demuestra que fue el segundo asturiano en ganar la montaña en el Giro de Italia", destaca Cima.

Ahora, Ovies, ya retirado, sigue viendo en El Berrón, donde nació y dio sus primeras pedaladas: "Iba en bici hasta Noreña". Ahora, todavía tiene su rincón del recuerdo. "A veces paro en una cafetería que suele poner las clásicas".