La religiosa carmelita Virginia García del Cueto Pedrayes inauguró ayer en la iglesia parroquia l de Villaviciosa la Semana Santa con la lectura de un pregón en el que mostró una profunda devoción por la celebración religiosa de la localidad.
La pregonera invitó a los presentes a participar en la Semana Santa "con alegría y entusiasmo, sabiendo que vivimos la actualización en cada uno de nosotros de los sagrados misterios de nuestro Señor Jesucristo". Agradeció, asimismo, a todos los cofrades, los que los precedieron y los actuales su "esfuerzo y cariño por conservar y consolidar la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno"
Virginia García echó la vista atrás para recordar la Semana Santa de antaño, la vigilia de los viernes, en la que "se acababa el chorizo de la merienda", el fervor de las canciones que se entonaban en el Vía Crucis, la ilusión del Domingo de Ramos, con los vestidos nuevos y las palmas.
O la Procesión del Silencio del martes, recuperada en los últimos años, que les producía "una honda impresión", la Procesión del Encuentro, que la recuerda "como es ahora", al caer de la tarde.
Recordó también las carracas del Viernes Santo y especialmente, el Desenclavo. "Qué hermoso es ver que los años han transcurrido silenciosos pero lo esencial permanece", porque "son momentos emocionantes en los que la devoción embarga los corazones y solo cabe la contemplación y el amor.
Habló también de la procesión del Sábado Santo, en la que se acompaña a la Madre, y de la alegría de la Vigilia Pascual, "la fiesta de las fiestas".
Tras la lectura del pregón, tuvo lugar un emotivo homenaje sorpresa al cofrade José Antonio Carriles, "Toño", por su labor desinteresada con la Cofradía y con la Semana Santa de Villaviciosa.
