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Sangre de jockey en La Piñera

"Siempre me llamaron la atención los caballos", afirma el criador Fernando González Rosete, ganador en Belmonte con "Matador"

Fernando González Rosete, ovetense afincado en Siero, acaba de proclamarse, con su caballo "Matador de La Piñera", ganador de la feria del caballo de Belmonte. Este premio es el fruto de una pasión que lo asaltó cuando era un crío y que permanece desde entonces.

"De pequeño siempre quise ser jockey, no sé por qué; los caballos siempre me llamaron muchísimo la atención", asegura. Y eso que en su familia nunca hubo tradición. Dice que ya lo volvía loco un balancín de un caballo al que no paraba de subirse.

Nunca cumplió aquel sueño de ser jinete, pero en cambio sí consiguió que los caballos fueran su modo de vida, una ocupación que le roba el 50 por ciento de las horas del día, todos los días de la semana.

Hoy en día tiene una yeguada en La Piñera, localidad de la parroquia de Celles, con 12 caballos y 6 potros, y trabaja en conseguir animales con las mejores características, como el mencionado "Matador", de padre de raza española y madre angloárabe. Se trata siempre de encontrar en los cruces de las reses el producto ideal, en el que no siempre se acierta, dados los caprichos de la genética.

Por otra parte, se dedica a alquilar y domar caballos a demanda. Comenzó con un amigo que tenía un caballo, practicando la doma, aprendiendo poco a poco sobre el comportamiento de los caballos, hasta que tuvo el conocimiento suficiente para dominar una disciplina en la que, sostiene, nunca se deja de aprender.

Su especialidad es el desbrave, una técnica que se basa en conocer bien al caballo y, una vez que se le conoce, llevarlo hacia el comportamiento adecuado sin hacerlo sumiso. Para ello, se requiere experiencia, conocimiento y dedicación. Pero nunca violencia. "La fusta nunca la empleo", asegura. Su profundo conocimiento de los caballos hace que sepa, cuando son potros, si van a dar problemas o no.

Su sector fue de los que se resintió profundamente a causa de la crisis económica. Antes era muy pujante, pero hoy no se puede decir lo mismo. "Es caro y nada rentable; crías un potro y a la hora de venderlo ya gastaste en pienso el 60 por ciento de lo que vale", sostiene.

Rentabilidades aparte, Fernando González Rosete sigue adelante porque esta es su pasión desde que era un crío, y la conserva intacta a sus 41 años. Ahora cabe esperar que gracias a su trabajo a lo largo de los años vayan saliendo de su yeguada nuevos ejemplares de la calidad del preciado "Matador de La Piñera".

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