Un instante lleno de emoción. La procesión del Encuentro de Candás hizo contener la respiración a los presentes en el momento cumbre, cuando los cofrades le retiran a la talla de la Virgen del Rosario el velo negro de la cabeza que da cuenta de su luto para su encuentro con Cristo resucitado. Un momento intenso y, quizá, el más especial de los actos de celebración de la Semana Santa candasina que contó, además, con representación de los poderes políticos del concejo. "Me pareció muy emocionante aunque no soy practicante, nos hemos acercado por ver la procesión que nos habían comentado que es de lo más relevante aquí", señaló Enelda Rodríguez, turista que se dejó caer por el concejo.

El paso salió desde la cofradía de pescadores, en el puerto, donde la imagen de la Virgen del Rosario pasó la noche en velatorio, acompañada por las mujeres de la cofradía de la Virgen del Rosario, en turnos de dos horas. Puntual, a las 11.30 horas, partió la procesión que inició la subida hacia El Paseín, donde colocaron la imagen y esperaron la llegada de Jesucristo resucitado. Desde la iglesia de San Félix, a la misma hora, salió bajo palio el Santísimo Cristo hasta llegar delante del antiguo ayuntamiento, donde tuvo lugar el Encuentro.

Los cofrades portaron la talla de la Virgen del Rosario y se acercaron con una reverencia al Santísimo Cristo, momento tras el que le fue retirado el velo negro y comenzó a sonar el himno nacional. Además, muchos de los presentes rompieron el instante de emoción con un aplauso. Eso sí, los que no tenían el móvil en la mano para captar el momento, pues eran muchos los teléfonos que sobresalían por encima de las cabezas de la gente congregada. La alegría del Domingo de Pascua era evidente en Candás.

No cabía ni un alfiler en El Paseín y los policías locales trabajaron con intensidad para que el paso del Encuentro estuviese libre y no se produjesen aglomeraciones. Entre los vecinos que acudieron estuvo presente la conocida actriz Paula Echevarría, que nunca se pierde la procesión de su pueblo natal y generó, como es lógico, algo de revuelo. Y, también, muchos devotos de otras partes de Asturias que tienen fe en la Virgen del Rosario. "Vengo todos los años a la procesión porque es de las más bonitas que hay en Asturias y es muy sentida para todos los que tuvimos o tenemos que ver con la mar", señaló Agustina Vázquez.

Rosas blancas

Tras el emocionante Encuentro, las mujeres de la cofradía de la Virgen del Rosario le colocaron a los pies las rosas blancas con las que procesionaron ayer y también el sábado, cuando bajaron la talla desde la iglesia a la sede de los pescadores, para cumplir con la tradición. Y, como no podía ser de otra forma, la Salve marinera volvió a resonar y llenar la plaza, pues fueron muchos los presentes que arroparon el canto desde el público.

El paso, acompañado por la Banda de Música, continuó su camino hacia la iglesia, donde se ofició la misa de Pascua, que llenó el templo para la ocasión. "Esto es lo más grande, es una emoción muy grande, tengo los pelos de punta", comentó Gloria González tras el fin de la procesión del Encuentro. Un paso que puso el broche de oro a los actos de Semana Santa que, este año y debido al tiempo, no permitió la celebración de algunos actos religiosos, aunque sí los más importantes.