El Plan General de Ordenación (PGO) de Noreña está a punto de caramelo. Su aprobación se prevé inminente, ya que los grupos han aceptado celebrar un Pleno extraordinario la próxima semana para votarlo. La historia del plan ya viene de largo, pues en 2011 se tumbó un primer documento de aprobación inicial -segunda fase de la elaboración del plan-, que finalmente salió adelante en 2016. Tras los sucesivos trámites, incluidos los informes ambientales y las alegaciones, el documento de aprobación provisional está listo y debería contar, a priori, con apoyos suficientes para aprobarse.
El trabajo está hecho, pero el camino para llegar aquí ha sido tortuoso y de más de una década, pese que Noreña es el concejo más pequeño de Asturias con 5,29 kilómetros cuadrados. Lo inició la corporación comandada por Cesar Movilla (PSOE) en el 2008. Desde entonces, tres años llevó cerrar el primer documento de aprobación inicial, que sin embargo fue vetado en Pleno.
En 2015 los comicios municipales auparon a un gobierno formado por Independientes por Noreña (IPÑ) y Foro, quienes retomaron el PGO. Unos meses después, en marzo de 2016, un documento de aprobación inicial muy similar al de 2011, con pequeñas modificaciones legales, consiguió salir adelante. Lo hizo con el voto favorable del equipo de gobierno, el PSOE, el PP y Conceyu Abiertu.
Desde aquel momento, hasta hace escasos tres meses, se fueron dando los pasos intermedios necesarios. Entre ellos, el periodo de información pública, la recepción de alegaciones por parte de particulares, empresas y organismos sectoriales. Una vez recibidas, valoradas y respondidas las alegaciones, éstas se incorporaron al documento de aprobación inicial, para crear un documento de aprobación provisional, que viene a ser el penúltimo paso en el proceso.
Éste se les hizo llegar a los diferentes grupos políticos a principios de marzo. Tras revisarlo y con el fin del mandato a la vuelta de la esquina, se celebró una comisión extraordinaria en la jornada del martes. En ella se aprobó celebrar un Pleno extraordinario durante la próxima semana (aun no tiene fecha fija) en el que se votará el documento.
A la luz de la votación de 2016 y los trámites llevados a cabo hasta ahora, su aprobación es prácticamente segura. Además del voto favorable del equipo de gobierno, sería lógico que el PSOE, que dio forma originalmente al plan, volviera a darle su apoyo en esta ocasión, como hace tres años.
Con eso ya bastaría para que saliera adelante, pero también es posible que cuente con el apoyo, o al menos la abstención, de Conceyu Abiertu y el PP. Por su parte, IU votó en contra en 2016, argumentando que la memoria económica era una "chapuza".
Sin embargo, el hasta hace unos meses portavoz de su agrupación, René Coviella presentó varias alegaciones al plan, que fueron totalmente estimadas, como ya adelantó LA NUEVA ESPAÑA. Es por ello, que su voto podría no ser contrario en esta ocasión.
Así las cosas, si todo sale según lo previsto, la puesta en marcha del PGO quedará, a partir de la próxima semana, en manos de la CUOTA, la comisión de urbanismo regional y encargada de dar el visto bueno y cerrar el último paso en este largo proceso en la ordenación de Noreña.
