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Los vecinos de Siero reclaman más espacios específicos para pasear a los perros

Los sierenses piden más cumplimiento de la normativa y denuncian los ataques a los animales: "La culpa es de los dueños"

Hay consenso entre los vecinos de Siero en considerar que faltan espacios destinados a los perros, especialmente para llevarlos sueltos. Así lo reflejan los ciudadanos encuestados por LA NUEVA ESPAÑA en los principales núcleos de población del concejo. Los consultados denuncian los ataques a los animales y plantean que los culpables son los dueños. Algo que ha venido sucediendo en los últimos meses, incluso con el robo de un can en El Berrón, que ya ha aparecido. Sin embargo, existen discrepancias entre los que tienen y no tienen perro sobre el respeto de las normas. Mientras algunos consideran que la mayoría los lleva atados y recoge los desechos, otros plantean que sufren a diario ven lo contrario.

En la capital, Pola de Siero los interpelados muestran opiniones variadas. Cristina Adrova, que pasea a su perro en las inmediaciones del Ayuntamiento, señala: "Me parece que sí hay espacios verdes bastantes para venir con los animales".

Adrova también entiende que se respetan las normas en lo que se refiere a recoger las heces y llevarlos atados. Al respecto de los intentos de matar a los animales, apunta: "Me parece fatal. Siempre voy alerta a lo que huele y si se para mucho. La gente debería respetar a los animales y nosotros seguir la ley".

Por su parte, Valiente Tuñón, vecino de la Pola que también tiene un perro, cree que "aunque yo los tengo en una finca cerrada, parece que faltan espacios para pasearlos, porque la gente los trae a los parques". A su vez, observa que hay personas con algunos "potencialmente peligrosos, que los tienen sin los papeles necesarios y los llevan sin bozal". Además, califica de "salvajada" los ataques a los perros, entendiendo que "lo adecuado es dirigirse a la Policía".

En el caso de los vecinos de Lugones, piden decididamente más espacios para llevar los perros sueltos. Yésica Díaz, que tiene uno, subraya que: "Solo tenemos el parque de la Paz, y para soltarlos donde el ambulatorio". Díaz entiende, además, que "la gente respeta porque los multan, y estas sanciones son excesivas". Por último, afirma que es "vergonzoso" que se les haga daño a los perros, pero opina que "no es algo frecuente".

Jairo Ferrero, también habitante de Lugones, no tiene perros, pero sí hijos, algo que le hace sufrir en ocasiones a gente que no respeta las normas. "El otro día todavía la tuvimos con un chico que decía que a los niños había que ponerles bozal. Además, tampoco recogen las heces, es vergonzoso como está todo", relata Ferrero. Este incide además en la conveniencia de que hubiera más lugares específicos para llevar a los canes.

En La Fresneda también cierran filas en contra de los intentos de hacer daño a los perros. Lo expresan Genevive Mangon y Enrique Prado, el segundo, además, dueño de uno. "No conozco muchos casos, pero me parece fatal, es cosa de los dueños", proclama Mangon, que no ve prioritario que se habiliten nuevos espacios para llevarlos sueltos.

Prado, si bien coincide en criticar cualquier tipo de agresión contra los animales, sí ve la necesidad de lugares específicos para pasearlos: "Hay pocos sitios donde llevar los perros sueltos, echo en falta algunos". Este vecino de La Fresneda también se pronuncia sobre el respeto a la normativa, considerando que "la gente en general responde".

"La mayoría cumple"

Por último, en El Berrón también hay discrepancia de opiniones entre propietarios y personas que no tienen perro. "La mayoría de la gente sí que cumple con las normas. Es una cuestión de educación", afirma Olivo Menéndez.

Este opina que los que los atacan "no tienen dos dedos de frente y son gente aburrida que no tiene otra cosa que hacer". Al respecto de nuevos espacios específicos, Menéndez menciona el ejemplo de Gijón. "Aquí faltan lugares, allí hay un parque cerrado específico, el que había aquí era pequeño y lo destrozaron", resume.

Sin embargo, Lucía Blanco que también vive en la localidad, difiere totalmente en su apreciación. Para ella no es que falten espacios, sino que "no se utilizan". También cree que las normas no se cumplen: "Tengo una niña pequeña y en el parque no lo respetan. Van sueltos por allí y de la que vamos al colegio por la mañana está todo lleno de heces", asegura. Con todo, Blanco tampoco ve adecuados los ataques a los animales: "Esas cosas deberían hacérselas a los dueños, que son los culpables", sentencia.

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