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Los vecinos de La Fresneda urgen la construcción de una senda a Lugones

"Hasta que no haya un accidente no se hará", lamenta el presidente de la plataforma local

Los vecinos de La Fresneda se han cansado de promesas políticas y urgen que, de una vez, se construya la senda que conecte la localidad con Lugones. Según explica el presidente de la plataforma vecinal, Oscar Llamas, "llevan 12 años prometiéndolo casi todos los partidos en cada campaña y este año, otra vez". De ahí el hartazgo, que ha llevado a Llamas a señalar, en uno de sus últimos encuentros con partidos, que "hasta que no haya un accidente no se hará".

Los vecinos desconfían, por tanto, de que, una vez más, las promesas se vayan a traducir en una realidad. "Hay una falta de acuerdo. El equipo de gobierno que entre tendrá que hablar con el ejecutivo regional. Está el informe que dice que esa zona puede ser inundable, pero es lógico que, si diluvia, no vamos a pasar por ahí", destaca el presidente de la plataforma.

Actualmente, el tránsito entre las dos localidades, separadas por poco más de un kilómetro, presenta importantes riesgos para el caminante. Es necesario cruzar carriles por donde hay una importante circulación. Posteriormente, el camino desde los centros comerciales hasta el núcleo de La Fresneda obliga a hacer varios metros por el arcén.

"Es una zona muy transitada, especialmente desde Lugones hasta los centros comerciales de La Fresneda, por lo que entiendo que hacer esta senda también puede tener especial interés para los negocios", añade Llamas.

Se trata, pues, de una obra largamente esperada y que en varios momentos de la última década tuvo ciertos visos de llevarse a cabo. Sin embargo, hasta ahora no ha acabado de concretarse.

"Cuando llega la campaña, siempre tenemos reuniones con todos los partidos. Eso es siempre así. Entonces hay muy buenas palabras y se nos promete que lo van a llevar a cabo. Luego pasan las elecciones y no se hace nada", insiste Llamas.

Como la historia se ha repetido en esta campaña, los vecinos tratan de meter presión para que la promesa no caiga otra vez en saco roto. Sobre todo, hacen hincapié en que se trata de un tema de seguridad. "Es una cosa muy necesaria. Como dije en un encuentro político, algún día va a haber un problema. Hay que ir por la carretera y, aunque el límite sea de 50, los coches no van despacio", sentencia Llamas.

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