La noticia de nuevos proyectos urbanísticos ha calado en La Fresneda. Tanto la plataforma política como la asociación vecinal y otros habitantes de la localidad han querido pronunciarse sobre estos proyectos. La visión general da cuenta de una cierta satisfacción por la recuperación del sector y la llegada de nuevos vecinos. Sin embargo, todos recalcan que debe mantenerse la identidad de la localidad, lo que implica levantar solo viviendas unifamiliares y mantener un trato cercano entre los que allí habitan. Estas reacciones llegan tras la información publicada por LA NUEVA ESPAÑA dando cuenta de los planes de los constructores de edificar 50 nuevas viviendas en el antiguo campo de golf, además de otros cuatro proyectos, incluyendo un bloque de pisos.
En el caso de la Asociación de Vecinos de La Fresneda, la respuesta ha sido my positiva. Su presidente, Óscar Llamas, señala que "nos parece genial todo lo que sea crecer como pueblo".
Llamas explica que esta voluntad por ir a vivir a La Fresneda deja atrás "la fama que tenía durante muchos años, dando paso a la realidad, que dictamina que esto es un entorno privilegiado, rodeado de naturaleza y con todos los servicios de cualquier ciudad".
El presidente de la Asociación plantea, además, que los precios y la calidad de vida son un factor diferencial a la hora de decidirse por la localidad sierense. "Por el mismo coste que en Oviedo, Gijón o Avilés tienes un piso de 90 metros, aquí puedes adquirir una vivienda con el doble de espacio y con jardín", recalca Llamas.
Otro factor que destaca es el instituto que se está construyendo. Los constructores lo señalaban como un posible imán de población, tanto por familias como por los profesionales que vayan a trabajar en él.
En este sentido, Llamas coincide en verlo como un elemento dinamizador para la localidad. "Siempre defendí que sería positivo a la hora de atraer y mantener población", subraya. Su tesis se basa en que los hijos de las familias que residen en la localidad, así como los de aquellas que lleguen nuevas, podrán estar escolarizados allí durante toda la etapa previa a la universidad. "Hasta ahora mucha gente escolarizaba a sus hijos, desde el principio, fuera de La Fresneda, para que no tuvieran que ver cortada su trayectoria escolar", remata Llamas.
Por su parte, Alejandra Cuadriello, representante de la Plataforma Vecinal de La Fresneda, mantiene la cautela respecto de la aparente expansión urbanística. Entiende que la recuperación del sector es positiva, pero defiende que debe mantenerse el modelo de vida de la localidad.
"Es una buena noticia que haya recuperación, pero siempre deben respetarse nuestros antecedentes. Estos, desde hace más de tres décadas están marcados por la vivienda unifamiliar, no por la masificación en bloques de pisos", detalla. En este sentido, Cuadriello aboga por un crecimiento "equilibrado", que no altere la forma de vida de los habitantes de la localidad. "La Fresneda siempre ha sido un lugar de familias con trato cercano y que, generalmente, viven en adosados", afirma.
Respecto de la urbanización del campo de golf, opina que es una "pena perder esa instalación", pero "es mejor que se haga algo en ese terreno, no tendría sentido dejarlo como está". Sin embargo, marca una línea roja clara: "Hay que respetar el entorno natural de la zona".
Cuadriello también habla sobre el potencial efecto de atracción de población del nuevo instituto, cuyas obras comenzaron hace unos días. "Es previsible que este centro atraiga nuevos vecinos. Que crezcamos es positivo, pero siempre de manera ordenada, evitando masificaciones que se puedan generar por viviendas en altura", finaliza.
En el caso de los vecinos particulares, como es el caso de José Antonio Pérez, también ven con buenos ojos este despegue urbanístico. "El hecho de que se cree empleo, como sucede con la puesta en marcha de estas construcciones, es positivo para todos. Al final, hablamos de terrenos calificados como urbanizables, que tarde o temprano se iban a aprovechar", resume este vecino de localidad.
