"¿Así que tengo que pagar autónomos, eh? Voy a explicavos como ye lo de pagar autónomos. Ya arranqué 84 pumares y ahora voy por esta otra fila". Juan Luis Poladura, el cosechero de Villaviciosa al que se le reclaman 859 euros por la cotización de cuatro meses como autónomo asociada a su trabajo pañando manzanas en los años 2015 y 2017, llevó su indignación al extremo arrancando de cuajo 90 pumares jóvenes que tenía plantados desde hace meses en sus fincas. "Ahí va la cultura sidrera, la DOP (Denominación de Origen Protegida), el Serida, la Mesa de la Manzana y todo. Ahora tarán agusto todos los que quieren traer les manzanes de Francia. Que fomenten otra vez plantar pumares, ya verás tú cómo se yos va a acabar la comedia. ¿Pagar autónomos, pa qué? pa cuatro fartones", explica Poladura en un vídeo que pidió que se le grabara mientras iba arrancando los manzanos de su propiedad.

La indignación de Juan Luis Poladura ha ido en aumento desde que supiera, hace días, que la Tesorería General de la Seguridad Social le iba a dar de alta de oficio en el Régimen Especial Agrario, durante los meses de octubre y noviembre de 2015 y 2017, por haber ejercido el trabajo de apañar manzana de sus fincas. La cuota de 859 euros incluye el recargo del 20% por no haber pagado en su día. La intervención de la Tesorería ocurre tras una inspección llevada a cabo sobre una actividad que el implicado reseñó en sus declaraciones de la renta, con un rendimiento que declaró convenientemente.

La sorpresa de Poladura, que es presidente de la Asociación por la Defensa de los Cosecheros de Asturias, que es la misma incredulidad que tienen otros muchos representantes del sector, es que se obligue a dar de alta en autónomos a quienes llevan a cabo una labor tan propia de la cultura familiar asturiana como es la de pañar manaza de las pumaradas propias.

"Son 90 pumares, a 9 euros cada uno, echar la cuenta de lo que cuesta trabajar. Venga a plantar para que vengan ahora con esto. ¿Qué tengo que arrancar les patates también? Esto ye una vergüenza", se lamenta continuamente el afectado.