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Los vecinos de El Cuetu denuncian la presencia de perros peligrosos y de una acampada ilegal

Gonzalo Montoya, "el preso resucitado", y los suyos pasan "unos días de vacaciones" en un prao cerca de las casas, para disgusto de los residentes

Tiendas de campaña en El Cuetu. A. I.

La localidad de El Cuetu, en Lugones, denuncia una serie de hechos que generan inseguridad entre los vecinos. Estos afirman que hay tres perros peligrosos sin controlar por el área, además de consumidores de heroína, acampadas ilegales y "hasta un hombre mayor que se dedica a correr desnudo detrás de una vecina de setenta años". En la zona también han sido frecuentes las ocupaciones de casas y praos, como en esta ocasión con la acampada organizada por Gonzalo Montoya, "el preso resucitado" en la Cárcel de Asturias, y su familia: "Estamos pasando unos días de vacaciones".

La familia instaló unas tiendas de campaña hace dos días y algunos vecinos no se fían: "Hacen sus necesidades en el mismo prao y tienen un historial delictivo", asevera Enrique Saiz, que vive en las proximidades con sus dos hijas.

Este proceder en lo fisiológico, lo confirma la propia matriarca: "Hay mucho verde para hacerlo", indica mientras rellena una pistola de agua a su nieto, con agua que saca a vasados de una tinaja metálica.

A su vez, asegura que "con los vecinos todo va muy bien, acaba de pasar por aquí el dueño del terreno y solo nos dijo que lo dejáramos todo limpio al marchar". Sobre el verde, dos tiendas de campaña, una de considerable tamaño y otra más pequeña, también un tendal, potas y un pedazo de bañera oxidada donde prenden fuego a la basura y hacen barbacoas.

Sin embargo, más allá de la aparente tranquilidad, el historial de ocupaciones de casas que relatan los habitantes de El Cuetu, les obliga a mantenerse ojo avizor: "En los últimos tiempos se han metido en tres casas".

Con todo, la principal preocupación de los vecinos viene de una zona más elevada: "Ahí arriba hay una caseta con tres pitbull sueltos y no se sabe de quién son. No nos atrevemos ni a acercarnos", relata Francisco Fernández, presidente de la Asociación de Vecinos, señalando una parcela situada unos cincuenta metros encima del camping.

También genera inquietud el caso del hombre desnudo. "Ya van varias veces que una vecina nos cuenta que llega un hombre que se baja desnudo de un todoterreno y la persigue", comentan. Aunque han estado vigilantes, "de momento no hemos dado con él".

Todos estos hechos se han dado en una larga recta en cuesta, que lleva a las proximidades del monasterio de Santa María de Los Ángeles. Mismo lugar donde han visto a personas pincharse y por el que no les gusta pasar: "Trato de evitarlo y sobre todo insisto a mis hijas para que no vayan por aquí", concluye Saiz.

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