El culto al cuerpo está cada vez más de moda. Los hay que cuidan su forma física con el único objetivo de lucir mejor y otros que incluso llevan este objetivo más allá. Este es el caso de Marina María Sa Calheiros, que recientemente ganó un campeonato de fitness en la modalidad de bikini. Estas competiciones valoran la forma física de los participantes y la definición de las diferentes partes del cuerpo.
Lograr esta gesta supone un esfuerzo. "Tengo que hacer una dieta muy estricta, además de entrenar bastante. Hay que tener mucha voluntad y ganas", concreta Marina Sa Calheiros. El fin de semana pasado, la brasileña, que trabaja como enfermera en el Hospital Valle Nalón y hace extras en una cafetería de Candás, ganó un campeonato de fitness en Langreo. Este fue su debut en las competiciones, ya que lleva poco tiempo preparándose en este sentido.
Los inicios en el fitness supusieron para la brasileña, de 31 años, esforzarse al máximo para lograr sus objetivos. "Al principio tuve que hacer mucho cardi, entre 45 minutos y una hora al día en ayunas. Hay momentos de la preparación en que apenas comes hidratos ni agua, sobre todo cuando estás cerca de la competición. La comida tiene que ser toda sin sal y el agua hay que ir bajando las dosis hasta el día de la competición, en el que solo bebes un vaso", explica sobre el proceso de preparación de su cuerpo.
Por si tanto esfuerzo fuera insuficiente, durante los campeonatos pueden llegar a realizarles análisis de sangre para verificar que mantienen un buen estado de salud. Además, tienen prohibido usar anabolizantes y diuréticos de farmacia para obtener un cuerpo perfectamente definido según las características que busca el jurado de los campeonatos de fitness.
Lo único que puede hacer es ejercicio físico y cuidar al máximo la alimentación para luego lucir impecable ante el jurado durante la competición. Para ello, entrena cinco días a la semana con un preparador que cada jornada le cambia las zonas del cuerpo a ejercitar. Todo con el objetivo de lograr un cuerpo perfecto. Marina Sa Calheiros mide 1,62 y pesa 43 kilos, unas medidas que cuesta alcanzar pero a las que ve recompensa. "Una vez que te subes en la tarima, es una sensación tan buena que quieres volver a repetir", confiesa.
