Cruzar de Lugones a La Fresneda, y viceversa, "da respingo". Lo dicen los vecinos de dos de los núcleos más poblados de Siero. El trayecto, de aproximadamente un kilómetro, es transitado a diario a pie por cientos de personas, exponiéndose a innumerables peligros debido a la necesidad de cruzar carriles, sortear la carretera regional AS-17 por el puente que libra la rotonda y pasar por el túnel bajo la Autopista "Y", prácticamente sin arcén y a oscuras. Así es el trayecto para los vecinos de las localidades, en pleno centro de Asturias, bien conectadas con Oviedo o Gijón, por ejemplo, pero con un peligroso paso peatonal entre ellas. Los colectivos vecinales llevan años de reivindicación y el presupuesto municipal de 2020 incluye, por fin, una partida de 30.000 euros para la redacción del proyecto.
Y la asociación de vecinos de La Fresneda y "Lugones en Pie" estiman que la intervención debe alejarse de obras faraónicas como la propuesta de una pasarela y conectar las localidades mediante aceras y semáforos de botón en los cruces de carril antes y después del puente sobre la rotonda de la AS-17, en el que ven factible añadir una pasarela peatonal en uno de los laterales por donde puedan pasar peatones y bicicletas. "Es la solución más lógica y que defendemos en Lugones porque el puente sobre la rotonda se puede acondicionar como hicieron en Navia, se sueldan unos tramos metálicos al actual para ampliar y ya tienes acera", señala Daniel Cabal, presidente de "Lugones en pie". Una manera de salvar un recorrido que "cuando pasa un camión te lleva y, de noche, no hay luz".
Todo para continuar, después del semáforo, con una acera hasta el túnel bajo la autopista, donde la asociación de Lugones propone la creación de un nuevo pasadizo peatonal y el colectivo de La Fresneda, plantea la construcción de una plataforma metálica elevada para los peatones por el interior del actual paso para conectar con el área comercial. "Se podría librar el peligro del túnel y evitar una obra de uno nuevo con la instalación de una plataforma metálica a más de un metro de altura para los peatones que sortean cualquier tipo de impacto de coches o camiones y en vez de hacerla con escaleras, lo mejor sería con rampas por la accesibilidad", explica Óscar Llamas, presidente de la asociación vecinal de La Fresneda.
Una vez pasado el túnel, el peatón encuentra unas escaleras de acceso al recinto comercial que "se pueden poner en condiciones, con barandilla, y un acceso adaptado con rampa", añade Llamas.
Una solución para conectarse peatonalmente que ambos colectivos entienden que es más económica y realista que la construcción de una pasarela, por coste económico e impacto en la zona, con una amplia red ya de viales. "Es un gasto innecesario y no sé qué servicio daría una pasarela en plan "Calatrava", estamos pidiendo a voces llegar por las aceras", resume Cabal. Los dos presidentes de los colectivos vecinales apuestan por estar unidos en la reclamación y no descartan movilizaciones. Por el momento, piden desde ya más iluminación "porque a partir de la próxima semana ya es de noche pronto", dice Llamas.
En cuanto a las trabas que pueda presentar la titularidad de las vías de comunicación existentes a la hora de ejecutar la obra (municipio, autonomía y Estado) las asociaciones no creen que "sea algo tan difícil ni descabellado, frenan la obra con esa actitud". Ambas entidades temen que la conexión peatonal entre Lugones y La Fresneda no llegará a ser una realidad hasta que haya una desgracia. "Hemos tenido suerte real hasta ahora".
