La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las Canarias crecen en San Martín del Mar

"Se suben hasta por los pumares", dicen Raúl y Julio Ordieres de las calabazas de Tenerife que plantaron en su huerta

Tajinaste crecido en la localidad villaviciosina. VICENTE ALONSO

Llegó el otoño, pero las temperaturas de algunos días continúan siendo veraniegas llegando a sobrepasar muchas veces los 20 grados. Esta puede ser una de las razones por las que el tajinaste, la planta más abundante en el Parque Nacional del Teide, en Tenerife, crece y florece en Villaviciosa. También de que grandes ejemplares de corcubita, una de las calabaza más comunes en Canarias, se puedan ver estos días en la huerta de los hermanos Raúl y Julio Ordieres Tuero, en San Martín del Mar.

"Es la primera vez que en nuestra huerta se dan calabazas canarias. Ya las habíamos plantado de aquí más veces pero no se nos daban, igual porque este es un terreno con mucha piedra caliza y poca tierra. En junio plantamos una variedad de calabazas canaria, que me envió un amigo de Tenerife, Manolo Sosa, con el que me intercambio flores, plantas y arbustos de allí y de aquí. Estamos sorprendidos porque tenemos la huerta llena de calabazas. La planta ha crecido tanto que se sube hasta por los pumares y las calabazas cuelgan de estos. Hay ejemplares redondos con gajos muy raros de más de 35 kilos, y otros alargados de casi 50 centímetros de largo y gran grosor", explica Raúl Ordieres, entusiasmado con la sorpresiva cosecha.

También su hermano Julio se muestra sorprendido por la casi veintena de enormes calabazas nacidas. "Son las primeras que se dan en nuestra huerta de la casa escuela, que llevamos cultivando 24 años. Resulta raro, no esperábamos que una variedad canaria naciera aquí y con ejemplares tan enormes. Aquí da el sol todo el día. Puede que las temperatura tan altas de estos días del veranillo de San Miguel hayan contribuido al crecimiento tan desmesurado y rápido. Algunas calabazas un día eran del tamaño de una pera y al día siguiente ya habían crecido el triple. Llaman la atención por su tamaño, forma y color verde oscuro. En Canarias son muy comunes y las comen en fritos, en puré y en cocidos".

Pero no solo calabazas tinerfeñas se han dado en esta huerta de San Martín del Mar. Otra planta de las islas Canarias que ha crecido este verano es el tajinaste. "Es una de las especies típicas del Teide. También plantamos unas semillas y lo curioso es que han crecido más de dos metros con unas flores rosáceas preciosas. Y a la planta le han nacido más de una docena de 'hijos' (varas), cuando según nuestro amigo Manolo allí solo tienen tres o cuatro", explica Raúl, al que le gusta experimentar con especies foráneas, en una huerta al lado de la ría maliayesa, que tienen llena de pumares, naranjos, pimientos, tomates? y toda clase de flores y frutos autóctonos asturianos.

Compartir el artículo

stats