El gobierno maliayés urge al Principado a reparar la carretera que comunica el valle de Peón y Candanal, en Villaviciosa, con Pola de Siero. El alcalde, Alejandro Vega, explica que los tramos afectados por deslizamientos de tierras ponen en riesgo la circulación por esta carretera y pide que adelanten y aceleren la ejecución de las actuaciones previstas porque su estado de conservación se ha agravado.

La corporación municipal de Villaviciosa ya aprobó en mayo una moción para reclamar al gobierno regional que repare este vial porque "desde hace varios años se vienen produciendo varios deslizamientos de tierras que afectan a la carretera" en el tramo que atraviesa el concejo. Es la AS-331, que va desde el Alto L'Infanzón (Gijón) a Pola de Siero. Destaca que a su paso por las parroquias de Peón y Candanal, especialmente en la zona de El Curbiellu y El Requexu, la carretera presenta un estado bastante deteriorado y que supone quejas de vecinos y usuarios.

"Estos problemas se han agravado por los episodios de fuertes lluvias y han provocado un importante movimiento de la ladera", destaca el Alcalde, basándose en un informe elaborado por la Policía Local de Villaviciosa el lunes. En concreto, alertan de un corrimiento de tierra que afecta a la calzada en el kilómetro 22, a la altura de Peón. La zona ha sido señalizada por el servicio correspondiente de la Consejería de Infraestructuras.

El deterioro de la carretera es ahora aún mayor, pero en mayo la corporación maliayesa ya consideraba urgente la reparación de los tramos afectados por deslizamientos que "ponen en riesgo la circulación por esta carretera", alertaban. Han pasado seis meses y el problema no es solo que persista, sino que se ha agravado por las intensas precipitaciones que cayeron estos días en la región. Las zonas más afectadas son las de El Curbiellu y El Requexu.

El reciente temporal de lluvias dejó en el concejo varios argayos, como el de Quintes, en la carretera de Playa España, o el de Tazones. Este último está siendo el más complicado porque la dificultad para atender en la ladera del monte para actuar mantiene todavía evacuados a quienes ocupan las viviendas y negocios que se encuentran próximos.