Una treintena de agentes del sindicato policial SIPLA de Siero se manifestaron ayer, de nuevo, frente a la Casa Consistorial coincidiendo con el desarrollo del pleno municipal, en el contexto de la guerra abierta entre el sindicato y el gobierno socialista municipal. El objetivo, volver a reclamar que aumenten el número de efectivos de la plantilla, se les dé un nuevo cuadrante de servicio y se mejoren las dependencias policiales. En la concentración, el portavoz, Adrian Díaz, aseguró que presentarán una denuncia contra el alcalde, Ángel García, "hoy o el lunes". Aunque Díaz no quiso adelantar cuál va a ser el motivo de la querella, todo parece relacionado con la visita del regidor a las dependencias policiales "con gritos, amenazas y coacciones", según apunto el sindicato, para solicitar los cuadrantes de trabajo. La guerra comenzó cuando el Sipla se manifestó por primera vez coincidiendo con el pasado pleno municipal, reclamando que García cumpliera el acuerdo al que habían llegado meses atrás, que incluía una relación de puestos de trabajo para el cuerpo, mejoras en las instalaciones o el citado nuevo cuadro, entre otras cosas. Tras aquella movilización, García justificó que al cuerpo no le faltaban efectivos, sino que había un problema de "absentismo injustificado". Finalmente, García obligó a los agentes a comenzar a fichar, cerró las dependencias de Lugones centralizando el servicio en Pola de Siero y urgió el cese del comisario jefe, José Enrique Fernández, al faltar cuadros de servicios de varios meses y detectarse supuestas irregularidades en descansos, vacaciones y horas extra, en los que había.