Las autoridades de Siero aseguran que los propios policías propiciaron el "descubrimiento" de las presuntas irregularidades relacionadas con el absentismo laboral y el cobro injustificado de horas extras. A la vista de las protestas de los agentes por una supuesta falta de personal, el alcalde, Ángel García "Cepi", acudió el 1 de noviembre a la comisaría, acompañado por el secretario municipal, para comprobar la situación.

Reclamó el calendario de trabajo anual y el entonces jefe de la Policía Local (cesó hace unos días) entregó los cuadrantes con los turnos y días de trabajo de los agentes correspondientes a julio, agosto, septiembre, octubre y noviembre. No entregó los del resto del año, supuestamente, porque se habían destruido. El regidor recibió las hojas de servicio de los agentes correspondientes a septiembre y octubre, pero el jefe de la Policía admitió que desconocía dónde estaban los de los primeros ocho meses del año.

El Alcalde reaccionó de inmediato: envió a todos los agentes una comunicación en la que les exigía "cumplir íntegramente la jornada de trabajo establecida legalmente", usar el controlador de presencia mediante huella digital (se instaló hace unas semanas), tramitar a través del departamento de Personal cualquier permiso, expedir diariamente un parte de servicio y vestir el uniforme reglamentario.