Los problemas con la piscina de Lugones están más cerca de arreglarse después de cuatro meses cerrada por las filtraciones causadas por las grietas en el suelo. Está previsto que las obras definitivas comiencen hoy, después de que no funcionara ninguna de las soluciones parciales que el Ayuntamiento, asesorado por los técnicos, trató de aplicar anteriormente. Desconociendo cuál es el origen del problema, han decidido emprender una doble actuación, que consiste en cambiar todo el sistema hidráulico en la primera fase (la que ya comienza) y el vaso de la piscina en una segunda. Aunque no hay un plazo fijado -ya que la segunda parte de la obra aún no está licitada-, la idea es que la reforma esté terminada antes de que acabe el verano.

La sustitución del sistema hidráulico y las canalizaciones será un primer paso. Se colocará una nueva bomba para impulsar el agua que sea más eficiente y se renovarán los sistemas de medida que la piscina lleva incorporados. Esta actuación tendrá un plazo de ejecución de dos meses y un coste de 30.000 euros.

Una vez haya concluido, se continuará con la segunda fase. En ella se cambiará todo el suelo de la piscina, que mostraba grietas importantes en los pasados meses y no acababan de arreglarse tras varias intervenciones. Se trata de la parte más compleja, que seguramente tendrá un coste más alto y se demorará más tiempo.

El inconveniente se detectó en agosto, justo el mes en que la instalación permanece cerrada para labores de mantenimiento. En aquel momento se intenta dar una primera solución al problema. Tras vaciarla, aplicar el método y volver a llenarla, las grietas y filtraciones continúan sin acabar de remitir. Esta operación se repite en otras dos ocasiones, pero la presión causada por el agua sigue provocando problemas. La última parecía haber dado resultado finalmente. La actividad se reanudó e incluso se abrió la inscripción a través de internet para los cursillos de natación. Sin embargo, la persistencia de los problemas obligó al Consistorio a anunciar que se cancelaba la inscripción, para, a continuación, alertar del cierre indefinido de la piscina y devolver el coste de la matrícula.

La opción de recolocar a los usuarios en otra piscina del concejo no fue posible debido a la gran afluencia que registran las mismas. En concreto, por las instalaciones de Lugones se estima que pasan diariamente unas quinientas personas, tanto para las actividades programadas como de manera libre. Ahora se espera que para finales de primavera todo esté solucionado y los usuarios puedan volver a disfrutar de la piscina.