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"No hay mafia policial", clama el SIPLA, que censura la "persecución" del alcalde de Siero

Fractura en el cuerpo: un grupo niega las acusaciones del regidor mientras el CSIF agradece la investigación sobre una situación que es "una vergüenza"

Policías locales afiliados al SIPLA manifestándose a las puertas del Ayuntamiento de Siero el pasado 1 de noviembre en demanda de más personal y mejoras en sus instalaciones. ANDRÉS ILLESCAS

La Policía Local de Siero vive una fractura total, con dos grupos sumidos en un agrio enfrentamiento. Agentes afiliados al SIPLA aseguraron ayer que sufren "persecución" por parte del alcalde, Ángel García "Cepi", a la vez que calificaron de "totalmente falsas" sus acusaciones sobre presuntas irregularidades (comportamiento mafioso, absentismo laboral y cobro de horas extraordinarias injustificadas). Pero otros agentes, afiliados en este caso al CSIF, manifestaron justo lo contrario: las denuncias del regidor son "absolutamente ciertas" y quienes están siendo objeto de "persecución" son ellos (los miembros del CSIF) por parte de algunos de sus compañeros.

La "guerra" es total en el seno de la Policía de Siero. El delegado del SIPLA en el Ayuntamiento, Adrián Díaz, sale al paso de las denuncias del equipo de Gobierno sobre supuestas irregularidades. "No hay ni mafia, ni camarilla de cuatro o cinco agentes manipuladores, sino un colectivo en el que el ochenta por ciento de sus integrantes están afiliados al SIPLA (34 de 49 integrantes de la plantilla policial), y cuentan también con el apoyo de otros compañeros ajenos al sindicato".

Los agentes aún no han cobrado las horas extraordinarias de julio, agosto y septiembre, que están "debidamente notificadas y justificadas ante el jefe de policía y el concejal" correspondiente. "Y autorizadas", señala. Además, las horas extras reclamadas se realizaron "por falta de personal", situación que el SIPLA ya había denunciado en varias ocasiones.

Adrián Díaz resalta que, pese a que la plantilla está integrada por 49 agentes, no todos trabajan a tres turnos, ya que hubo bajas de larga duración, permisos de paternidad o de lactancia y trabajadores con reducción de jornada. Explica que si algunos policías trabajaron pocos días en julio o agosto fue porque en esos meses coge vacaciones el grueso de la plantilla, por exigencia legal. Y añade que todos los permisos fueron "legales y autorizados". Además, en verano el concejo tiene "gran cantidad de fiestas, lo que obliga a la Policía Local a realizar "un montón de servicios extraordinarios".

El SIPLA acusa al Alcalde de "falsear" y "manipular" los datos y niega que exista "absentismo". Sobre el hecho de que se elaboraran los cuadrantes de trabajo a lápiz, Adrián Díaz explica que el sindicato al que representa lleva "años" reclamando "un calendario laboral anual autorizado y formado por la Corporación". Pero hasta ahora no ha obtenido respuesta. Y se elaboraban a lápiz "para su buen funcionamiento", porque podía haber bajas o permisos de última hora. Un matiz: "solo controlan los cuadrantes los mandos" y si se destruyeron fue "cosa de jefatura", aunque "no son documentos oficiales, sino de autorganización".

Según Díaz, la investigación del equipo de Gobierno sobre el funcionamiento de la Policía Local es una "represalia por las demandas que el Alcalde no quiere aceptar", como el rechazo al cierre de la comisaría de Lugones, las denuncias por falta de personal, la petición de mejora de las instalaciones o un cuadro de servicio "legal". "El Alcalde no concibe que nadie le lleve la contraria", añade.

Díaz argumenta que si un compañero trabajó 52 días en cinco meses fue porque un hijo tuvo un accidente en el extranjero y los compañeros "hicieron los turnos de trabajo" para cubrirle porque ya había disfrutado de las vacaciones. Calificó de "mala sangre" que se haya utilizado este hecho para "manipular y falsear la información".

El sindicalista asegura que la propuesta de vacaciones para la plantilla se comunica "en tiempo y forma" a las autoridades municipales el 31 de mayo, "y si en dos meses no hay comunicación en contra se considera aprobada".

La conclusión del SIPLA es que existe una "persecución", "acoso y derribo", contra los agentes afiliados a ese sindicato por parte del Alcalde, que "falta a la verdad" para "dar a entender una situación que no es real". En cuanto a los salarios, señala que la Policía de Siero se cuenta "entre las peor pagadas de Asturias". Un agente sin antigüedad cobra "menos de 30.000 euros brutos", y con ella "entre 31.000 y 32.000", así que "solo los mandos cobran más de 36.000 euros, como los concejales liberados", aunque lejos "de los 52.000 que cobra el Alcalde".

Pero hay otra versión radicalmente diferente, que aporta el CSIF, cuyo delegado, Fidel Fernández, asegura que las presuntas irregularidades denunciadas por el Alcalde son "verdad" y algunas de ellas ya habían sido denunciadas por este sindicato. Son ciertos, según indica, "el absentismo laboral" y las "horas extras injustificadas", así como la supuesta manipulación de los cuadrantes de trabajo, que posibilitaba "ausencias y acumulación de horas extraordinarias". Según Fidel Fernández, los responsables de las presuntas irregularidades son unos pocos agentes, "el jefe, los que llevan los cuadrantes y los que se encargan de las horas extras".

La actitud de este grupo reducido de policías es similar, presuntamente, a la de un "grupo mafioso", porque "el que no formaba parte de su estructura era perjudicado". De hecho, Fernández revela que los 9 agentes afiliados al CSIF acumulan 16 expedientes abiertos por el anterior jefe policial, que dejó el puesto hace unos días, y los dos compañeros que controlaban los cuadrantes. Esta situación tiene, según el CSIF, un calificativo: "Es una vergüenza".

Pero el CSIF no quiere ser "parte del problema, sino de la solución", de ahí que agradezca al Alcalde que haya iniciado la investigación interna, una "decisión difícil", pero "el mejor beneficio que puede tener la Policía Local de Siero", subraya Fernández.

El CSIF reclama al anterior jefe de la Policía de Siero los cuadrantes de los años 2017, 2018 y 2019, pero "no nos los dio nunca. Ahora nos hemos enterado de que los iban destruyendo", señala Fidel Fernández, quien admite que existe una profunda división en el seno de la Policía Local, surgida desde que empezó a haber "privilegios para ciertas personas e irregularidades", y el SIPLA se dedicó a "taparlo". Esta fue la razón que llevó a Fernández y los demás compañeros a "cambiar de sindicato", pues anteriormente pertenecieron al SIPLA.

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