No nos cansaremos de repetirlo, la difusión del conocimiento es una actividad clave para el progreso de una sociedad. La historia desvela una ecuación sencilla: a mayor conocimiento, mayor bienestar y mayor longevidad. Y además nos hace mejores en tanto que el saber suaviza algunos instintos humanos básicos no deseables. No cabe duda que en muchos aspectos hemos avanzado mucho. España es hoy un país mucho mejor que el que fue hace apenas 50 años. Pero el recorrido es aún largo y debe ser sostenido. En este marco, la actividad que desarrolla la Asociación Cultural "Contigo" de Noreña es un ejemplo encomiable y de referencia. Su filantropía, impregnada de espíritu sencillo y de altura, reúne los requisitos necesarios para llegar al éxito divulgativo, cuando menos en algunas capas de la sociedad local. Solo hace falta acercarse a su historial.
Pero no debe quedar ahí nuestro empeño. Llegar a las jóvenes generaciones, especialmente en esos momentos de su formación en el que pueden absorber y hacer propios nuevos valores, es una labor imprescindible. Lograr que los jóvenes de hoy crezcan como nativos de una cultura del conocimiento y de la ciencia debiera ser una "misión de estado". Llegar a los institutos de enseñanza media, a todos, no importa si se ubicaban en un barrio rico de una gran ciudad o en la más remota de las geografías, es un objetivo irrenunciable, afortunadamente ya emprendido por algunos programas de divulgación del conocimiento.
Además, cuando en la práctica se lleva a cabo acciones de esta índole, la respuesta de las chicas y chicos en torno a la adolescencia es siempre de lo más positiva. Tenemos entre mis experiencias profesionales más gratas los debates entablados con alumnos de secundaria sobre aspectos relacionados con la evolución en general y con la evolución humana en particular. Y ya que hablamos de ello, la difusión de los conceptos surgidos de la teoría evolutiva aporta herramientas mentales fundamentales para una mejor comprensión de la realidad actual.
Ejemplos de ello son la profundidad del tiempo geológico y las escalas temporales en las que se desenvuelve la historia. En última estancia, la realidad en la que vivimos no es sino un mosaico de hechos cada uno proveniente de un tiempo distinto.
En toda esta labor, "Contigo" pone su impórtate granito de arena en ese afán de trasmitir a la sociedad, a pequeños y grandes, estos y otros ámbitos del conocimiento.
