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Las ventanas de Noreña dan a Benín

El fotógrafo Edgar Fernández Canteli expone las imágenes de su - viaje a la misión de África con el objetivo de colaborar en proyectos

Arriba, Jorge Alonso visita la exposición. Sobre estas líneas, una de las fotografías expuestas. A. I.

Durante un mes, los habitantes de Benín se fueron acostumbrando a la presencia de la mirada sensible de Edgar Canteli. Treinta días en los que, con su cámara, recorrió varios puntos del país con una idea, poner su talento al servicio de una buena causa. Ahora, después de casi un año editando y seleccionando con mimo sus instantáneas, ha expuesto una treintena de ellas en la sala de exposiciones "Antonio Mingote" de Noreña. Niños pescando, jugando al fútbol, mirando una misa, madres bañando a sus hijos o vendiendo pescado en sus barcas... Miradas por la ventana del día a día en Benín -la exposición se llama "Benín ventana al África"- que ahora están a la venta, en cantidad limitada y numerada. Todo lo que se recaude irá destinado a un proyecto de la Fundación Solidaridad con Benín, que le propuso el viaje.

Una experiencia transformadora que le abrió los ojos a una realidad completamente distinta. Habla de la vida de los niños, trabajando desde las edades más tiernas, como sus madres, entregadas a la supervivencia de la familia. Pero también de otras cosas curiosas, "como que no hubiera leche en polvo o que en algunas pescaderías tenían el producto ya cocinado, para que durara más".

Rápidamente se adaptó al lugar, siendo su primera vez en el continente: "Era complicado, especialmente en el sur. Allí van más turistas que al norte y no les gusta que les hagan fotos, ya están hartos". Con todo, volvió a España con un buen material, que, tras seleccionar y preparar, expone desde ayer en la Villa Condal: "Son una treintena de fotografías, en blanco y negro, porque, además de que son más fáciles de combinar con los elementos de decoración de una casa, me gusta el estilo de los fotógrafos de la Agencia Magnum en la década de 1950", apunta.

Poco les tiene que envidiar su obra, que, además, tiene un fin solidario. Cada pieza, limitada y numerada, se vende a 20 euros, en papel fotográfico, y 40, en madera. Todo lo que se recaude servirá para proyectos de la Fundación en Benín, como escolarizar a jóvenes. La exposición se puede visitar de lunes a viernes, de 18.30 a 20.30 horas y los sábados, de 11.30 a 14.00 horas.

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