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La retirada del escudo del cuartel de la Guardia Civil divide a los noreñenses

La mayoría de los grupos políticos ve adecuado que se quitara el blasón preconstitucional en cumplimiento de la ley de Memoria Histórica

El cuartel de la Guardia Civil de Noreña, ayer, sin el escudo. A. I.

La retirada del escudo preconstitucional de la Guardia Civil de Noreña ha causado división de opiniones entre los habitantes de la localidad. Hay quien piensa que es lo adecuado, indicando incluso que ese símbolo del régimen franquista "no pintaba ya nada". Por otra parte, hay quien entiende que es "una vergüenza que se gaste el dinero en esto", cuando lo que hay que hacer "es olvidar y pasar página". Por otra parte, la mayoría de los grupos políticos, y especialmente los de izquierdas, ve con buenos ojos que, finalmente, se haya retirado.

Entre los vecinos felices porque finalmente se haya quitado se cuentan Pablo y Ana Fernández. El primero, trabajador de hostelería, entiende que "no pintaba absolutamente nada, a mí me parece genial que lo quiten". Aunque también recalca que no le acaba de parecer bien que se gaste dinero "ni en ponerlo, ni en quitarlo".

Por su parte, Ana Fernández recalca que "soy de Noreña de toda la vida y la verdad es que no me había dado cuenta de que estaba ahí". Sin embargo, entiende que lo lógico es "que se retire".

Una posición totalmente opuesta defienden Tino Olay y Maria Luisa Llano. El primero es el que se muestra más ofendido por la decisión del Ministerio de Interior de retirar el emblema, con el águila, el yugo y las flechas, que data del año 1956.

Olay entiende que "es una vergüenza". Argumenta que emblemas como el escudo retirado "son la propia memoria histórica, aunque esto (refiriéndose a la Guerra Civil y la dictadura) ya esté olvidado desde el año 1978".

Llana entiende que lo que debemos hacer es "centrarnos en el presente y en el futuro, correr un tupido velo". Aún así, apunta que "respeta las opiniones de todos" y entiende que haya "a quien le pueda molestar". Por último, añade que "viendo toda la gente que necesita ayudas, no entiendo que se gaste dinero en esto".

Mientras entre la ciudadanía hay más divergencias, los políticos de la localidad coinciden en defender que se haya procedido a la retirada del blasón. Uno de los partidos que más peleó por ello es el PSOE.

Su portavoz, Unai Díaz, indica que "era un deber del Ministerio de Interior y el Gobierno nacional, y ha tenido que suceder con un gobierno socialista en la Moncloa". A su vez subraya que "es cierto que tenía que haber sido antes, pero, al final, se cumplirá con su retirada. Es preciso destacar la constancia de Verónica Noval (parte de la FSA), que siempre impulsó que se cumpliera la ley de Memoria Histórica".

IU fue otro de los partidos que más se implicó a la hora de buscar que se retirara el escudo. "Doce años después de la aprobación de la ley se procede a la retirada de la enseña. Esperamos y deseamos que el hecho de su retirada, además de hacer cumplir la ley, sirva como rearme de los valores democráticos por parte de las instituciones del estado", indica su portavoz, Javier Ardura.

Coincide con él Pablo Pérez, de Conceyu Abiertu, alegre por que, "por fin, se cumpla con la ley". Por último, Lucía Canga, de Ciudadanos, apunta que "no veo que haya problema alguno, se está dando cumplimiento a la legislación, quitando un escudo preconstitucional. No creo que haya debate".

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