Corría el año 1989 cuando abría sus puertas por primera vez el Centro de Escultura Museo Antón de Candás, en concreto, el 13 de julio. Seis años antes, el Ayuntamiento de Carreño había adquirido la finca y casa de la familia Estrada-Nora para tales fines. La idea del gobierno de aquel entonces, cuyo alcalde era el ya fallecido José Luis Vega "Pelís", era tratar de conservar y exponer las obras del artista candasín Antonio Rodríguez García "Antón" que fueron donadas por su familia al concejo.
Este artista al que se rinde tributo desde hace tres décadas en Candás nació en 1911 y falleció en 1937. A pesar de su corta vida -lo asesinaron con 26 años- realizó varias obras entre tierras candasinas y Madrid, donde realizó estudios de Bellas Artes. Su producción artística quedó entonces truncada justo en el momento en que empezaba a consolidarse como una de las promesas de la escultura española de los años 30 del siglo pasado.
Dolores Villameriel, directora del Museo Antón, explica que "la colección se centra en el artista. Su vida fue tan breve que su producción fue muy corta. Toda su colección fue centrada en obra que hizo para particulares, nunca tuvo encargos. Era un artista que se estaba formando. Su producción no pudo ser todo lo prolija que hubiera sido. Él lo hacía para formarse y para hacer prácticas".
El nombre de Antón está íntimamente ligado a Candás y, con más ahínco, desde la apertura del Museo en su honor. Este centro de escultura es monográfico, acoge la obra de Antón y desarrolla programas de exposiciones temporales y de acción cultural y divulgativa para facilitar el acceso del público a la colección y exposiciones del museo. La planta baja acoge las muestras temporales, mientras que la primera se dedica a la exposición permanente de una selección de obras de Antón y la segunda alberga despachos, archivos y biblioteca.
El Museo Antón no ha parado de crecer en estos 30 años de vida. Arrancó su actividad con la colección donada por los herederos de Antón, constituida por obras realizadas a través de diferentes técnicas y materiales, como esculturas en escayola, de madera y mármol; cuadros pintados al óleo o con gouache; dibujos, muebles, así como objetos personales del artista candasín como fotografías, documentos y revistas. Desde 1989 hasta hoy en día, este fondo se ha incrementado con 47 obras. De ellas, 20 corresponden a la fundición en bronce de las esculturas realizadas en escayola para que estas obras pudieran ser expuestas y 13 ingresaron en el centro escultórico candasín como donaciones. Otras seis son depósitos de particulares que atesoraban obras del escultor.
La Beca Antón
La colección del Museo Antón también abarca obras de otros artistas asturianos y españoles, fundamentalmente escultores. El origen de estas donaciones es, principalmente, la Beca Antón, ya que el objeto de esta beca anual estaba orientado a que el artista realizase una escultura para ser instalada en el parque escultórico de los alrededores del museo. Por otra parte, también hay obras donadas por otros artistas que realizaron exposiciones temporales en el centro candasín y que dejaron allí una obra suya como testimonio de gratitud.
La Beca Antón es otro de los baluartes del buen hacer del Museo de Candás, que nació en 1990 con la intención de apoyar, estimular y fomentar las actividades creativas en torno a la escultura. Actualmente, está patrocinada por la Fundación EdP y el propio museo. "Se inspira en cierta medida en la propia biografía del escultor Antón, que recibió, merced a su innatas dotes para el arte y a su capacidad de trabajo, la ayuda desinteresada de varias personas de su villa natal, lo que le permitió desarrollar su trayectoria artística", argumenta Villameriel.
Precisamente César Ripoll fue uno de los agraciados con la Beca Antón y expuso en varias ocasiones en el museo candasín. De hecho, ahora comparte una colectiva con otros 19 escultores. Ripoll ensalza que "es un museo de referencia, tanto a nivel regional como nacional, porque representa uno de los elementos de Asturias y de Carreño. Además, da la posibilidad a los artistas emergentes de poder tener una obra allí a través de las Becas Antón, y eso es algo que no se hace en ningún lado". Ripoll añade que "tiene todos los grandes factores y elementos de un museo de primer orden. Es algo fabuloso".
El Museo candasín acogió en estos 30 años la nada desdeñable cifra de 228 exposiciones temporales. La era de las nuevas tecnologías también está presente en el presente y futuro del Museo Antón. Así, el centro de escultura hace uso de las redes sociales para difundir sus contenidos y cuenta con una guía para dispositivos móvil que funciona a través de una aplicación y un bot diseñados con inteligencia artificial para que los visitantes conozcan los entresijos de las obras presentes en el museo a golpe de clic de ratón.
Candás y Antón están íntimamente ligados. Una de las esculturas de Antonio Rodríguez, "La Marinera", preside la entrada al muelle candasín y se ha convertido en toda una insignia del pasado marinero de Candás y sus gentes. El Museo Antón se ha afianzado con el paso del tiempo como uno de los centros culturales de referencia de Asturias.
