El título de la obra de William Shakespeare "Mucho ruido y pocas nueces" dio origen a un dicho, aplicable a los resultados de la Cumbre del Clima. Los acuerdos para solucionar un gran riesgo para la humanidad quedaron en casi nada. Este problema de la contaminación no tendrá solución hasta que no haya un mejor reparto de la riqueza, y más cosas. La India, por su desarrollo reciente, que supuso un serio incremento de la contaminación, consiguió reducir en más de 200 millones las personas en pobreza extrema. Hay quienes ven en África el filón para una nueva expansión y para ello utilizarán tecnología y recursos energéticos poco sofisticados que ayudarán a ennegrecer más nuestro planeta. Ningún ciudadano sencillo de Angola sueña con tener un Tesla. Se conformará con un cacharro diesel que no pase la ITV en España y que suelte por el escape negras bocanadas. Usando energías bien contaminantes se consigue que ciertos países produzcan artículos a menor precio que aquí adquiriremos con nuestro consumismo compulsivo. Tendremos más ropas de las necesarias, hechas en países poco desarrollados, a pesar de que sea la textil la industria más contaminante y un largo etcétera. Resulta sencillo protestar con un iPhone 11 Pro Max de 1500? en el bolsillo, de componentes elaborados en países miserables, sin preguntarnos cuanto nos ha envenenado su fabricación. Somos esclavos de lo que somos.
