El año 2019 se fue dejando una serie de incógnitas y asuntos por resolver en Siero. Asuntos como la puesta al día de las instalaciones eléctricas de los colegios, la finalización del polígono de Bobes y del instituto La Fresneda, nuevos pasos en el Plan General de Ordenación (PGO) y los accesos al área comercial de Paredes o la resolución de los conflictos con la Unión Rural (URS) y el sindicato polical SIPLA. Estos serán algunos de los grandes retos de cara a 2020 para el cuarto concejo de Asturias. Algunos de ellos dependen del propio gobierno municipal, mientras que otros están en manos de la administración regional o incluso necesitan la aprobación de organismos nacionales.
Por la alarma mediática, dado el caso del colegio Celestino Montoto -en el que se incendió el cuadro eléctrico en mal estado, tras años de reivindicaciones para que se cambiara-, muchas miradas están puestas en los colegios del concejo. Algunos llevaban mucho tiempo sin pasar la revisión de su instalación eléctrica.
Esto ya se ha hecho en la mayor parte de los centros y en todos hay que hacer algún tipo de intervención, sea mayor o menor. El Ayuntamiento deberá pactar con la Consejería de Educación para cumplir con el plazo de seis meses que da la inspección para resolver los problemas. Todo con el objetivo de que no vuelva a darse un caso como el del Montoto, en el que hubo que desalojar a los niños al ver el humo y las clases pararon una semana tras decidir los padres no llevar a los alumnos al centro.
También es imperiosa la finalización de dos de las grandes infraestructuras del concejo, por las que se ha hecho una fuerte apuesta. El primero, continuando en la línea de la educación, es el IES La Fresneda. Una instalación que se venía reclamando durante diez años y que inició sus obras diez días antes de las elecciones de mayo. Si se siguen los plazos marcados por la Consejería y, según afirman, así está ocurriendo, debería estar listo a mediados del mes de agosto de 2020, lo que dejaría en duda si su puesta en funcionamiento podría darse para el curso que comienza en septiembre o deberá esperar a 2021.
Otro de los ejes fundamentales sobre los que -según la línea trazada a nivel político- debe pivotar el futuro del concejo es el polígono de Bobes. Sogepsa pudo reanudar su urbanización en el mes de julio, y a pesar de que los problemas económicos de la sociedad gestora de suelo amenazan la obra, el Principado tiene idea de sostener a la compañía, al ser semipública.
La primera fase urbaniza unos 295.000 metros cuadrados, aunque el total del área que quedará disponible una vez se completen las hipotéticas futuras fases sería superior al millón de metros cuadrados. Este primer tramo debería estar concluido en el verano de 2020. Mientras, tanto el alcalde Ángel García -con la colaboración de la Federación Asturiana de Empresas (FADE)-, como la propietaria, Sogepsa, ya buscan empresas interesadas en adquirir el suelo industrial.
Esas obras están en marcha, mientras otras aún deben acabar de concretarse. Es el caso de los accesos al área comercial de Paredes. Una reivindicación histórica, ya que los actuales no cumplen con la legalidad y llevan provocando atascos desde tiempos inmemoriales.
Administrativamente, nunca se había estado tan cerca de completarlos. Todos los niveles administrativos que tenían que dar su visto bueno ya lo han dado y existe un proyecto definitivo. El problema viene, claro, por la financiación. Se trata de una obra que puede ser muy costosa y que en principio deberían asumir los propietarios del centro comercial, en pleno proceso de venta.
Otro gran reto son las carreteras. Aquí Principado y gobierno municipal también deberían buscar acuerdos. Muchas vías de titularidad autonómica presentan problemas importantes, en zonas como Valdesoto o Carbayín, entre otros muchos. Cuando el consejero de infraestructuras, Juan Cofiño, visitó precisamente la parroquia de Carbayín, indicó que se hará un plan estratégico a nivel autonómico para intentar limitar los problemas que existen en muchas vías del Principado.
Y mientras unos quieren mejoras en las carreteras, otros piden medidas contra la contaminación. Es el caso de los vecinos de Lugones, la localidad más contaminada de Asturias, según las mediciones. Un núcleo rodeado por la autovía y con espacios comerciales que reciben millones de visitantes en sus vehículos al año.
Por otra parte, el núcleo tiene pendientes algunas grandes obras que podrían iniciarse durante el año 2020. Como las obras en la calle Santa Isabel, que están previstas, o la creación de un bulevar en la entrada de la localidad por la avenida Viella.
