La entrada de 2020 se encuentra en Noreña un escenario que no se había vivido en 17 años: con un gobierno (IPÑ) que dispone de mayoría absoluta en el Pleno municipal, por fin se aprobará un presupuesto (el último salió adelante en 2017). Sin embargo, se trata de unas cuentas muy contenidas en cuanto a inversiones, a la espera de ver, tras el primer trimestre, cuál es el remanente presupuestario del pasado año, de cara a poder hacer algunas obras, como los vestuarios del campo de fútbol municipal.
Más allá de eso, también se espera por ayudas para ejecutar el proyecto de Casa de la Música y la renovación de la gran tubería de agua de la calle Flórez Estrada, la principal vía de la localidad. Otros retos importantes de cara al nuevo año son cerrar el convenio de uso de los campos de fútbol municipales, solucionar los problemas con las subvenciones a colectivos y tratar de resolver las irregularidades con las licencias de empresas, que se vienen alargando desde hace décadas.
En lo relativo a inversiones, están previstas partidas para la reforma integral del patio del colegio público o para hacer arreglos en caminos rurales. Sin embargo, otros grandes proyectos pendientes dependerán aún de otros factores. Es el caso de la anunciada obra en los vestuarios del campo de fútbol municipal Alejandro Ortea. Esta se cayó del presupuesto municipal, pero se espera poder ponerla en marcha este mismo año, empleando el remanente de 2019. Algo que no se sabrá con certeza hasta que se cierre el balance económico, algo que suele ocurrir hacia el mes de abril.
También está pendiente conocer si el concejo contará con dos ayudas solicitadas a organismos externos. Por una parte, se pidió al Principado financiación para cambiar la tubería principal de la red de abastecimiento de agua. Una vez pueda sustituirse, los problemas con la presión de salida de agua en los domicilios de la zona alta de Noreña estarían más cerca de resolverse, ya que esto permitiría poner en funcionamiento las bombas de presión que financió el Gobierno regional para resolver el problema y que -por el mal estado de las tuberías de la localidad- acabaron por causar un problema mayor, cuando se pusieron en marcha hace un año. Por entonces, el aumento en la fuerza del agua hizo que se fracturaran las conducciones, ocasionando el llamado "watergate".
Por otra parte, también se espera por una subvención del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), que serviría para poner en marcha el proyecto de Casa de la Música. Uno de los pilares del programa con el que IPÑ ganó las elecciones municipales de mayo.
La financiación está solicitada, en concreto 1.3 millones de euros, y en caso de recibirse de manera íntegra supondría la mayor subvención de la historia del concejo. Para esto aún habrá que esperar, ya que la experiencia indica que el IDAE suele tardar en resolver las convocatorias, como ya pasó con los 756.000 euros que otorgó para sustituir las luminarias tradicionales por led.
Lo que sí está en los presupuestos municipales es una partida para subvencionar de manera directa a cuatro colectivos culturales de la localidad, la Banda de Música, la de gaitas, el Orfeón Condal y la Orden del Sabadiego.
Precisamente, estas dos últimas habían sufrido el problema generalizado con las subvenciones a colectivos de la localidad, que viene haciendo que muchas asociaciones se queden sin la ayuda en reiteradas convocatorias. Además del convenio con las cuatro entidades citadas, erradicar los problemas administrativos que están generando las convocatorias será uno de los retos a afrontar en 2020.
Otro convenio, en este caso el del uso de los campos de fútbol municipales, debería suscribirse de una vez a lo largo de 2020. Durante cuatro décadas, el Condal ha venido utilizando los terrenos sin una relación oficial con el Ayuntamiento, que dé seguridad jurídica y permita cumplir la ley.
La redacción del texto ya se encargó en diciembre de 2018, con un plazo de ejecución de seis meses. Sin embargo, a pesar de las reiteradas preguntas sobre el tema en los plenos municipales, solo se sabe que aún no se ha firmado y que el documento no está en el expediente.
Lo que sí se ha conocido en las últimas semanas es que se juegan dos ligas de aficionados en el campo de hierba artificial, sin que -a priori- el Ayuntamiento reciba dinero alguno por el uso del recurso público.
Por último, otro de los aspectos a resolver es el de las licencias de funcionamiento de negocios, empresas y factorías, que se viene demorando también desde hace décadas. Según se ha comentado en los plenos municipales, existe una serie de actividades que están funcionando sin disponer de los perceptivos permisos.
