- ¿Qué pretende con su libro?
-Es complicado de decir
- ¿Es un desahogo escribir poesía?
-Tiene un componente de desahogo, sí, pero se trata de que sea mucho más. Los poemas surgen de una emoción que suele ser compleja. No son puras, netas y claras. En ellas se mezclan muchas cosas. Muchas veces al escribir poesía se trata de aclararse a uno mismo esa emoción, de forma que puedas hacérsela llegar también a los demás, a través de un lenguaje especial, que tiene un componente grande de racionalidad.
Para Rodrigo Olay (Noreña, 1989) el año 2019 ha tenido una importancia especial. Ha presentado su tercer libro de poemas "Saltar la hoguera", premio "Jaén" de poesía. A su vez, ha completado su tesis doctoral siendo ya licenciado en Filología Hispánica y máster en Formación del Profesorado por la Universidad de Oviedo.
- ¿Qué contiene "Saltar la hoguera"?
-El libro reúne los poemas que he ido escribiendo a lo largo de los últimos cinco años. Es un libro variado, me gusta que tengan distintos tonos y temas. Hay textos más intensos, más breves, relacionados con el amor, con la familia.
- ¿Es muy purista en estilo?
-Procuro ser meticuloso. En la poesía tiene que haber rigor. Para explicar esto suelo citar a Carlos Edmundo de Ory, el decía que la poesía es técnica y llanto.
- ¿No hay riesgo de que lo estético se imponga a la profundidad temática?
-Se trata de que las dos cosas se anuden de la mejor manera posible. Que se puedan encauzar de una manera estéticamente apropiada. Ojo, cuando los poetas hablan de poesía, todos parecen buenos. A lo mejor cuento algo muy elevado y que suena genial, pero luego lees un poema y no cuadra, no te parece bueno.
- ¿De donde le viene esa afinidad con la poesía?
-Siempre me ha interesado mucho la lectura. Ha habido profesores que me han ayudado y enseñado mucho. Me recomendaron los libros que mejor me podían hacer cuando fui creciendo. Creo que tiene que ver más con las personas que con el medio.
- ¿Se puede hacer buena poesía sin ser un gran lector?
-Es imprescindible e insustituible el conocimiento de la tradición o las tradiciones de nuestra lengua y otras limítrofes. Todo escritor tiene que ser un lector y muchas veces uno es mejor como lector que como escritor.
- ¿Las influencias pueden llegar a contaminar?
-Puede que ser que en un determinado momento las lecturas puedan ahogar la voz propia. Ésta se va construyendo poco a poco. Los que han conseguido una voz propia han leído muchísimo, no les ahoga el exceso de lecturas. Han tenido el talento suficiente para construirse con una personalidad propia.
- ¿Cuál es la característica esencial de su voz propia?
-Aspiro a la claridad, pero también a una poesía que delate un trabajo lingüístico lo más esmerado posible. La cosa está en como lo llamaban los clásicos, "la difícil facilidad". Una obra muy trabajada que parezca natural. La naturalidad me parece que es la aspiración.
- ¿Y usted cómo es?
-Trato de ser como en la poesía. Lo más natural posible. Lo más normal. Esa es otra aspiración en el terreno personal.
- ¿Dónde halla la felicidad?
-En el amor, en mi familia, en la literatura y el estudio.
- Ha acabado recientemente su tesis, ¿se puede vivir como poeta?
-Eso es imposible o prácticamente. Uno puede vivir de la poesía de los otros. Explicándola como profesor, y en eso estamos.
- Suele tardar bastante en sacar un libro tras el anterior.
-Lo que tarden en escribirse los poemas. Luego el libro necesita un cierto reposo. Además, depende de que surja la oportunidad de publicarlos con un premio o un editor que esté dispuesto. Tengo unos cuantos poemas ya y veremos lo que pasa, no sé. Esté libro todavía está muy reciente.
