Todavía hacía frío a la sombra cuando casi trescientas personas esperaban ayer con sus bicicletas frente a la Plaza Cubierta de Pola de Siero. Padres e hijos se hicieron a si mismos el regalo de Reyes más especial, pasar un rato juntos practicando deporte. Todo gracias a la marcha ciclista familiar organizada por Bike Paradise con la colaboración del Patronato Deportivo Municipal de Siero y de varios patrocinadores.
La prueba fue un verdadero éxito desde el principio. Las inscripciones superaron con mucho a las expectativas y tomaron la salida casi 300 personas.
Lo hicieron de la capital del concejo, pero rápidamente la abandonaron para dirigirse hacia El Berrón. A la altura del polideportivo de esta localidad llegó la parada estratégica para tomar fuerzas, con un avituallamiento muy saludable. Ya era media mañana y tocaba volver al punto de partida, pero esta vez por un camino distinto.
En ese punto, a algunos ya les costaba un poco. "Al pequeñín que va en la silla atrás se le dio bien, a la mayor, en su bici, le costó un poco más. Aún así, estaba muy bien organizado y prácticamente les iban empujando", celebraba Pelayo Queipo, que cubrió los once kilómetros acompañado de su esposa y los pequeños Antón y Delia Queipo, de tres y ocho años respectivamente.
A su llegada a la Pola les esperaba un animado speaker -poniéndole el toque divertido a la prueba- y un rico chocolate caliente. "Quedé primero y eso que el comentarista decía que no había que esprintar", decía por lo bajo el joven que entró primero en meta.
Un poco más tarde, con calma, llegaba Nuria Cofiño y su séquito de menor tamaño, compuesto por su hija y su sobrina. "Ha sido muy bonito. Tenía que haber más cosas así para la familia", subrayaba.
Ya bajados de la bici, los niños corrieron a recoger sus regalos por participar, mientras los mayores trataban de no perderlos de vista entre tanto entusiasmo. Un chocolate, un abrazo tierno y a casa, a esperar a los Reyes.
