El santo sepulcro es uno de los principales símbolos de la Semana Santa de Villaviciosa. No en vano, es el elemento de mayor antigüedad que se pasea por la villa durante las procesiones. La urna, donada en 1902 por Aurora Felisa Martínez de Suardíaz, fue realizada en Madrid por Emilio Meneses y está hecha de la afamada plata Meneses, así como de cristal. Ahora afronta su restauración, la segunda en su historia. El hecho de que vuelva a pasar por el taller supone preservar una pieza "fuera de lo común", en palabras del mayordomo de la Cofradía de Jesús Nazareno, Nicolás Rodríguez Martín.
Domingo García Espejo, de la empresa Bambalina Artículos Religiosos, de Murcia, explica su estado. "Estaba desconchado, se le habían caído los baños de plata y en algunas partes se veía el metal", relata. Las reparaciones suponen una ardua y minuciosa labor artesanal, debido al incalculable valor.
Primero se desmontó toda la estructura para luego acoplarla a una nueva estructura de madera sobre la que aplicaron un tratamiento antixilófagos, es decir, para que no entre la carcoma y otros insectos como los ácaros. Por otro lado, pulieron las molduras y modulones, así como pequeñas piezas deterioradas de los ángeles que custodian las cuatro esquinas superiores del sepulcro. García Espejo añade que "se actuaron sobre los brazos candelabros que lleva en las esquinas sustituyendo a la tornillería y en todos los soportes de las velas, que se reforzaron para que soporten el peso de las tulipas. Ahora se está procediendo a hacer un baño electrolítico de plata de 30 micras y protegiéndolo con un baño especial para que no se oxide". La restauración, totalmente artesanal, supone también sustituir el terciopelo interior sobre el que va la imagen de Jesucristo el Viernes Santo.
Las labores restauradoras y de recuperación calculan que finalicen en febrero, a dos meses vista de la Semana Santa. Una vez que el santo sepulcro llegue a Villaviciosa, la cofradía de Jesús Nazareno tiene previsto mostrarlo en el Museo de la Semana Santa.
El coste de la restauración aún no lo han cuantificado debido a la minuciosidad de los trabajos. Junto a la empresa también trabaja el taller de Antonio Santos Ramos Campanario, un orfebre de Sevilla con más de 70 años de experiencia que se está encargando principalmente de los baños y las actuaciones sobre los metales. Bambalina atesora varias restauraciones importantes a sus espaldas como la Santa Cena de Aranda de Duero; La Borriguita y Jesús Nazareno, de O'Grove; La Borriguita de Casariche (Sevilla); y la virgen de Bienvenida de Valdefuentes (Cáceres). El orfebre, por su parte, participó en restauraciones de varios de los elementos de La Madrugá así como de la iglesia sevillana de La Macarena.
