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La cuadra de Sariego donde entrena un campeón

David Naredo se prepara por su cuenta en San Román para seguir como rey de la corta de troncos en España, un título por el que suspiran los vascos y sin apenas eco en Asturias

David Naredo, en plena competición. REP. P. F.

Los niños suele decirse que vienen con un pan debajo del brazo. En el caso del saregano David Naredo Hevia, lo hizo con un hacha. Literal. Y es que su propio abuelo construyó una tamaño mini para que empezase sus primeros pinitos como cortador. Tenía apenas dos años cuando empezó a entrenarse en esta destreza, observando lo que su padre hacía en casa. No tardó mucho en dar su primera exhibición. Fue durante las fiestas del Carmín de la Pola (SIERO) en 1994, cuando Naredo Hevia tenía 2 años y 11 meses de vida.

Ahora, con 28 primaveras a sus espaldas, está entre los grandes cortadores de España. Es el vigente campeón en la disciplina de corta de troncos en altura en 5 metros, un campeonato que se celebró en El Arenal de Bilbao y en el que batió el récord de la prueba completando la corta en 1 minuto y 54 segundos.

Convertirse en campeón de corta de troncos supone un sacrificio extra para Naredo. En Asturias no existen competiciones de tal disciplina, ya que la gran mayoría se celebran en el País Vasco. Y, por ello, su lugar de entrenamientos, el que podría denominarse su gimnasio particular, está en una antigua cuadra aledaña a su vivienda en la localidad de San Román de Sariego. En apenas dos meses volverá a la competición, en este caso, al campeonato "El hacha de oro", donde participarán 100 cortadores. Para estar al cien por cien se propone unos entrenamientos que consisten en cortar una media de 22 troncos a la semana. Pero no solo eso. Para practicar también tiene que preparar el escenario. "Salgo de trabajar a las seis de la tarde y luego tengo que recoger la madera, a la que le pongo hierba y la riego para que siempre esté verde", comenta.

El handicap de ser campeón y residir en un lugar donde esta disciplina apenas se practica supone un aliciente para Naredo Hevia. "Puesto que aquí no tenemos mucha afición a ello, utilizo troncos de eucalipto en vez de madera de haya, que es la que se usa allí en los campeonatos. El haber quedado campeón el año pasado demuestra que querer es poder. Con menos ayudas y más dificultades, estoy más motivado por llegar cada día más lejos", argumenta.

Además de su jornada laboral en una empresa del metal, también juega al fútbol sala en el Plaza Najosa, equipo de Nava. Y aún le da tiempo para entrenar y ser de lo más competitivo en la corta de troncos. ¿El truco? La disciplina. "Es muy sacrificado porque tienes que estar en la mejor forma posible. De hecho, cuando se acerca la competición no pruebo ni una gota de alcohol", añade.

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