Unas fotografías que parecen lienzos pintados. Así es la exposición "No importa el estado" que exhibe la Casa de Cultura de Pola de Siero hasta el próximo 31 de enero. Una muestra tras la cual están el ojo y la mente del fotógrafo Carlos Martagón, natural de Ciaño (Langreo), quien ha desarrollado la afición por la captura de imágenes desde la infancia. La colección que presenta en la Pola y que en febrero llegará a la Casa de Cultura de Grado destaca por la diversidad de técnicas que emplea, el magnetismo del color, el movimiento y la transformación de las imágenes mediante medios digitales.

"Son una serie de fotos con distintos tipos de estética y diversos orígenes, de ahí el título de la exposición", explica Martagón, muy conocido en la esfera musical, pues es compositor y músico del grupo de rock "Stukas", una referencia de la escena asturiana, entre otras formaciones. En las imágenes, con fuerte carga poética, realiza una interpretación "diversa, siguiendo lo que me sugiere la imagen", dice.

Así, hay desde imágenes sin retocar en blanco y negro o en color hasta otras superpuestas, otras manipuladas hasta crear lo que parecen acuarelas, texturas y relieves o mediante la repetición de una misma fotografía en el mismo marco. "Me gusta crear imágenes sugerentes, que quien las vea pueda tener su propia interpretación de lo que está viendo porque en una sola foto se pueden ver muchas cosas", detalla. Así, entiende que su trabajo como fotógrafo culmina cuando el público ve sus imágenes y las reinterpreta a su manera.

Llaman la atención en la muestra las fotografías que tomó en los exteriores del Museo Guggeheim de Bilbao. Es casi un reto para los visitantes descubrir cada uno de los detalles artísticos que rodean al equipamiento vasco en las imágenes de Martagón. También destacan las imágenes transformadas que realiza de carteles y aquellas llenas de color: "Me gusta mucho y que tengan movimiento, hay mucho fundamentalista del blanco y negro, pero la fotografía es tan inmensa y variada que puede dar lugar a muchas cosas", sostiene.

Así, elige las fotografías a exponer en función de sus gustos, predominando aquellas que son bellas por estética o por impacto, dice. Y es que no es raro que los visitantes le pregunten: "y esto, ¿qué es?", comenta, satisfecho por conseguir generar una incógnita en quien mira sus obras.

Las fotografías de Martagón continuarán expuestas en la Casa de Cultura de la Pola hasta el 31 de enero, en horario de tardes.

Un paseo a través de las imágenes que toma y transforma con el firme objetivo del gusto estético. Algunas, más que fotografías, parecen cuadros.