El Ayuntamiento de Carreño, a través de una reciente resolución de Alcaldía, ordenó a Hical Candás SL, como propietaria de la antigua fábrica de Albo, que adoptase de forma inmediata las medidas necesarias para evitar cualquier riesgo o daño a viandantes, por lo que debe impedir el acceso a los inmuebles de su propiedad y retirar de manera urgente los elementos con riesgo de caída.

Estos requerimientos surgen a raíz de la caída de cascotes del alero de una de las naves de la antigua conservera, que obligó a cortar el paso a peatones por la zona como medida de seguridad.

Por otro lado, la edil de Urbanismo, Cecilia Tascón, concreta que, "atendiendo a la situación que presentan los inmuebles, y a la vista del riesgo que suponen, apercibir a la citada mercantil, que en el caso de no adoptarse las medidas urgentes necesarias y presentar la correspondiente ficha técnica, se iniciará procedimiento para la imposición de multas coercitivas".

En la resolución de Alcaldía también reitera a Hical Candás SL que, para autorizar las obras que pretenden realizar en el inmueble, solicitadas el pasado 1 de octubre de 2019, necesitan presentar una ficha técnica de las mismas, para lo cual el plazo finaliza el día 28 de este mes.