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Segunda vida para la ropa en Llanera

El espacio de intercambio de prendas inaugura la Semana del consumo responsable, con talleres sobre elaboración de productos sostenibles

Marta Rodríguez y María José González miran las prendas. S. ARIAS

Llanera quiere que los vecinos sean consumidores formados y con hábitos sostenibles. Con ese objetivo en mente, ayer se inauguró la Semana del consumo responsable en la Casa Participativa de Posada, con la apertura de un ropero de intercambio de prendas. Además, en los próximos días habrá talleres para elaborar envoltorios de cera en sustitución del papel film, de creación de compresas de tela reutilizables, sobre cosmética de cero residuos y sobre jabones caseros hechos con aceite de cocinar reciclado. Diversas actividades con las que concienciar a la población.

"Me parece una iniciativa muy buena porque el intercambio es una manera de reutilizar, la ropa está en muy buenas condiciones y se economiza a todos los niveles", comenta Ana Franco, que ayer se pasó por la sala de intercambio de ropa. El ropero funciona mediante intercambio, es decir, los interesados entregan ropa y se les da un vale para poder adquirir otras prendas. "Doné ropa y ahora vendré uno de estos días a dar una vuelta y a coger algo", detalló Marta Rodríguez, quien se llevó un vestido en la primera visita.

Las actividades fueron presentadas por la concejala de Consumo, Isabel González, la jefa el área de Educación de la Agencia de Seguridad Alimentaria, Sanidad Ambiental y Consumo, Charo Olmo, y el responsable de la Oficina Municipal de Consumo, Alejandro Suárez. Los tres coincidieron en recalcar la importancia que tienen los cambios en los hábitos de consumo en relación a la salud y el medio ambiente. "No necesitamos estar comprando ropa continuamente, contamina su fabricación y produce residuos cuando se desechan; además generan una huella de carbono tremenda", comentó la edil en relación al intercambio de ropa.

El espacio estará abierto hasta el próximo viernes, cuando finaliza el programa, y por el momento está encantando a los vecinos. "Es una idea muy buena, genial, las cosas que no usas las puedes traer y las cambias por otras que necesites", dice María José González. Las plazas para los talleres están a punto de llenarse y son una oportunidad para aprender a ser consumidores responsables.

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