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Noreña apura la colocación de cámaras frente al vandalismo y los coches calcinados

El gobierno municipal pone en marcha un plan a dos años para controlar todos los accesos a la localidad: "Donde las hay, han funcionado bien"

Dos agentes de la Policía Local de Noreña, con Pelayo Suárez, observando la pantalla de vigilancia con las imágenes de las cámaras. A. I.

Noreña ha comenzado la instalación de un sistema de videovigilancia, controlado por pantallas desde las dependencias de la Policía Local, con el fin de atajar los problemas de vandalismo y los sucesos que se han dado especialmente en el último medio año. Se están instalando dos cámaras en la zona del antiguo depósito de agua -en cuyas proximidades apareció un coche estrellado y calcinado hace menos de dos semanas- y se colocarán otras ocho en los accesos al concejo, en "un período de un año y medio o dos". Así lo apuntó el edil de Seguridad Ciudadana, Pelayo Suárez.

El concejal subrayó que se trata de una idea que "ya teníamos en mente desde el anterior mandato", aunque la cosa se ha acelerado después de "encadenarse actos vandálicos y sucesos poco agradables". Suárez se refiere al vehículo que colisionó contra la fachada de un edificio y ardió en llamas, huyendo sus ocupantes. También a pintadas que han aparecido en otras ocasiones y a destrozos en parques infantiles.

Precisamente, el concejal argumentó que las cámaras instaladas en otras zonas han funcionado bien. Es el caso de las que se colocaron en la zona de Los Riegos, donde están las instalaciones deportivas: "Allí teníamos problemas con el vandalismo. Nos tiraban las vallas del parque cada poco y había pintadas". Sin embargo, desde que las colocaron, esta situación cesó.

También demostraron ser útiles los dispositivos de grabación que se encuentran en el polígono de La Barreda. Estos sirvieron para identificar el vehículo que golpeó una de las partes protuberantes de la iglesia de la localidad, desprendiéndola.

Suárez presentó ayer este plan de seguridad, deseando que sirva para "disuadir" a quienes cometen actos vandálicos, agresiones y robos. En caso contrario, el edil entiende que serán útiles para identificar a los responsables y colaborar con otras fuerzas de seguridad.

Por el momento, las cámaras se pondrán en los accesos al concejo y la localidad, aunque no se descarta ampliar la cobertura en el futuro: "Si vemos que surgen necesidades, como situarlas en el centro de la villa, lo valoraremos", indicó. La actuación costará 45.000 euros.

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