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Funcionarios y policías se manifestarán a pesar de que Siero se ofreció a negociar

Los trabajadores municipales, en una votación muy ajustada, decidieron movilizarse porque no se les ofreció la reducción de la jornada a 35 horas

Trabajadores municipales y policías locales durante la junta de personal celebrada ayer. A. I.

No hay paz en Siero. Aunque los representantes sindicales trasmitían buenas sensaciones sobre las negociaciones con el Ayuntamiento -que en los últimos días había realizado varios gestos para templar la situación, tanto con la policía como con el resto de empleados municipales-, los trabajadores han decidido movilizarse. Para los policías afiliados al sindicato SIPLA será su cuarta movilización, coincidiendo con el pleno de cada mes. El resto de empleados municipales lo harán por primera vez. La asamblea decidió no coger la mano que les tendió el Ayuntamiento para negociar y ahora las cosas podrían complicarse.

La principal diferencia que separa a ambas partes es la duración de la jornada. Los trabajadores municipales insisten en las 35 horas semanales, que, sin embargo, no se pueden plantear legalmente en Siero, ya que el consistorio no cumple con ninguno de los tres preceptos legales para que se baje de las 37.5 horas semanales.

La asamblea ha decidido, y aunque los líderes sindicales atisbaban un rayo de esperanza de que se pudiera reconducir la situación, no ha sido posible. En el caso de la policía, el alcalde, el socialista Ángel García, se apartó de las negociaciones, dando paso al edil de seguridad ciudadana, Victor Villa. Las sensaciones eran buenas, pero la asamblea general de trabajadores ha decidido manifestarse igual.

En el caso de la negociación con los sindicatos representantes del resto de empleados (CC.OO, UGT y USO), estos venían reclamando, principalmente, que se respetaran las mesas de negociación y a los empleados. El gobierno se comprometió a ello por escrito, pero no ha sido suficiente. Está por ver si tras la manifestación -posiblemente silenciosa- los ofrecimientos siguen sobre la mesa.

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