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Siero veta los coches en La Cebera "para atajar robos, trapicheos y contaminación"

El parque lugonense reabrió, con nueva normativa, una vez rematados los trabajos de saneamiento que repararon los destrozos del temporal

Cartel que anuncia la apertura parcial y la prohibición a los vehículos. A. I.

El parque de La Cebera de Lugones -el gran pulmón verde del concejo de Siero- ha reabierto después de más de un mes cerrado. El Ayuntamiento se vio forzado a intervenir tras la incidencia de los temporales, que habían dejado un buen número de árboles dañados y con riesgo de desplomarse. Superados estos problemas -aunque se prevé un estudio completo y en profundidad del parque en próximas fechas-, los usuarios han regresado al bosque, pero no así los coches. Siero ha decidido prohíbir su entrada al recinto, tanto para reducir la contaminación como "para atajar los problemas de vandalismo, robos e incluso trapicheos que se venían dando".

Fueron varias semanas en las que la empresa encargada del mantenimiento de parques y jardines trabajó sobre la zona central del parque, realizando labores de saneo de cañas y de tala de aquellos ejemplares que estaban peor o en peligro de caer. Se hizo especial hincapié en la zona de juegos infantiles, en la del estanque y en la zona de las mesas.

Los sectores de bosque más salvaje -en los que hay árboles cuyo buen estado está en duda- se encuentran balizados y el Consistorio pide que se respeten. El gobierno municipal -según anunciaron los ediles Javier Rodríguez y Alejandro Villa- ejecutará un estudio completo del bosque con una empresa especializada. Este tendrá un coste de 15.730 euros y no está previsto que implique volver a cerrar el recinto.

Los que no podrán volver a entrar son los vehículos. El gobierno local ha tomado esta decisión con el objetivo de reducir la contaminación y para atajar los problemas de seguridad que se han dado. Según apuntaron los concejales, los usuarios tendían a realizar actos vandálicos, llevarse piezas (tornillos) de los bancos, talar árboles o "dedicarse a trapichear, hablando en plata". En el bosque también se daban frecuentemente casos de personas manteniendo relaciones sexuales.

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