No hay consenso entre los dos sindicatos con representación sobre el convenio para el personal laboral del Ayuntamiento de Noreña. Para UGT, que votó a favor, "es un primer paso importante, ya que marca las reglas del juego". Por su parte, CC OO habla incluso de "tomadura de pelo" y entiende que lo que se va a votar -después de cinco años de negociaciones- está "vacío de contenido, es lo mismo que tenemos, insuficiente".
Tanto el convenio como el catálogo se aprobarán en el Pleno municipal a finales de este mes, una vez superada la mesa de negociación, a pesar del rechazo de CC OO. El contenido es muy similar al que se votó en el Pleno municipal en el mes de mayo y que no logró los suficientes votos favorables de concejales.
En aquel momento, la división sindical ya existía y fue lo que hizo dudar a los grupos municipales, que optaron por dar más tiempo a la negociación. Sin embargo, poco ha cambiado la situación. Lo que sí ha variado es la posición del gobierno de IPÑ, que dispone de mayoría absoluta y podrá aprobarlo sin necesidad de más apoyos.
Algo que celebra el delegado sindical de UGT, Raimundo García. Para él se trata de "un texto que pone las reglas del juego y que permitirá negociar todo con esta base, a partir de ahora, hasta llegar a una Relación de Puestos de Trabajo (RPT)".
Pero, entonces, tras cinco años de negociación, ¿que aporta el convenio a los 34 empleados afectados? García expone que "se logra la reducción de jornada a 35 horas, que haya un único convenio para todos, en vez de diez distintos, y la equiparación en aspectos sociales y condiciones de trabajo con los funcionarios".
No lo ve así Abel Álvarez, de CC OO, que en su momento firmó el convenio pensando que se avanzaría en la negociación de la RPT antes de que nada de eso pasara por el Pleno. Al no suceder así, entiende que "no cambia nada de lo que teníamos hasta ahora, poco más que se nos reconozca la antigüedad".
En todo caso, Álvarez apunta que no están en contra del convenio: "Que lo aprueben rápido y a negociar de verdad, de momento no ha habido voluntad ninguna".
Su principal reivindicación es la equiparación inmediata en términos salariales entre personal laboral y funcionarios: "No puede ser que un funcionario cobre más que otra persona que hace el mismo trabajo". García, de UGT, comparte esta máxima, pero entiende que hay que hacerlo de manera progresiva.
