Alerta en Tazones. Un estudio de la Universidad de Oviedo pone en evidencia la creciente inestabilidad del suelo en la zona del faro de Villar y el Ayuntamiento se plantea incluso desalojar a los vecinos más próximos. Las conclusiones del estadio realizado por el departamento de Geología de la Universidad de Oviedo son alarmantes. Determina un "aumento de la velocidad en los últimos meses del fenómeno de inestabilidad que se está produciendo al oeste del faro de Tazones" y concreta que existen unos 70.000 metros cuadrados de superficie que corre serio riesgo de venirse abajo por causas naturales. El riesgo de desprendimientos es "inminente".
El ingeniero municipal visitó ayer la zona y también contactó con el equipo de investigadores de la Universidad para obtener más datos y proponerles una colaboración en este asunto. El principal problema al que se enfrentan tanto el Ayuntamiento maliayés como los vecinos residentes cerca del faro de Tazones es que la inestabilidad del terreno "es un fenómeno natural cuyo comportamiento a corto plazo no es fácilmente predecible", según explica el ingeniero municipal. Por ello, el equipo de investigación analizó geológicamente la zona para comprobar el avance del deslizamiento y su velocidad, asuntos que trasladarán de inmediato al Ayuntamiento, por si se requiriese la toma de medidas urgentes.
El Ayuntamiento está a la espera de más información antes de estudiar la conveniencia de nuevas medidas, entre ellas prohibir o limitar el uso de caminos y vías de titularidad municipal, paralizar las actividades en la zona y desalojar a los vecinos de las edificaciones incluidas en este área de influencia.
El Ayuntamiento, a la espera de estos detalles, tomó como medida preventiva la colocación de carteles alertando del peligro en el perímetro de la zona. Ayer, además, instaló un cartel con la prohibición expresa de paso a la zona de pedrero, amenazada por la ladera.
El estudio del departamento de Geología, que remitieron al Alcalde de Villaviciosa, concreta que desde el año 2018, en el marco del proyecto de investigación denominado "Cosines", observaron la inestabilidad del terreno de Tazones. El estudio apunta: "Ya en 2018 provocó la destrucción de un conocido restaurante de la zona y su evolución, según hemos podido determinar en el último año y medio, es muy rápida, desarrollándose grietas de apertura métrica y de profundidad superior a los 10 metros. La velocidad de este proceso de inestabilidad se ha incrementado en los últimos meses de forma considerable, tal y como confirman nuestros datos de topografía, con desplazamientos de varios metros en diversos puntos".
El análisis continúa elevando el tono de las precauciones recomendadas: "Como consecuencia de lo anterior creemos que transitar por todo este sector puede resultar especialmente peligroso. Asimismo, cabe esperar que, en cualquier momento, se pueda producir el desprendimiento de un volumen importante de rocas desde la parte superior hacia la base del acantilado. Este hecho también convierte en altamente peligroso el tránsito por la base del acantilado, en concreto por la zona conocida como 'el pedrero'", explican en el documento, donde advierten de un "riesgo inminente de desprendimientos".
